A la edad de 11 años tenía serias dificultades para comunicarse, un constante tartamudeo hacía que prefiriera mejor guardar silencio y eso lo empezaba a alejar de sus amigos y compañeros de colegio.

Pero el amor, que suele salvarlo todo, fue el motor para que Andrés Cepeda se interesara por la música y escribiera su primera canción para su primer amor.

La canción, asegura el artista, no fue buena, pero no sólo funcionó para conquistar la niña, también para darse cuenta que a través de la música podía comunicarse y socializar y poder superar su tartamudeo.

Esta y muchas más historias se encuentran en ‘Mil canciones que cantarte. Historias de amor’, el libro que Andrés Cepeda acaba de lanzar, el cual se ha convertido en uno de los más vendidos de la semana en Colombia.

Entre las canciones

¿Cómo fue el proceso de elaboración del libro?

De una serie de entrevistas con el editor Andrés Grillo, quien armó todos los capítulos, porque es muy diferente escribir canciones que escribir un libro. Fueron días y días de horas y horas de sentarnos para hablar y construirlo.

También nos reunimos con los personajes que tienen que ver con estas canciones, algunas veces en Bogotá y en otras en un lugar cercano a la ciudad.

¿Tiene confesiones el libro?

Claro que tiene confesiones, porque en él se cuentan cosas del origen de las canciones que yo ni siquiera recordaba. Habla de las musas que inspiraron las canciones y los momentos de enamoramiento.  

¿Qué le deja este largo proceso de creación de este libro?

Recordar y reconocer la participación de mucha gente que fueron parte de todo este camino. También el reencontrarme con esas historias que son parte de mi vida y que a fuerza de repetición a veces se te olvida de dónde viene. Fue volverme a conectar con esas historias lo hizo muy interesante y ahora al interpretarlas tienen un sentido un poquito distinto luego de este largo viaje.

¿Qué canciones incluyó en el libro?

En este libro hay canciones que escribí el año pasado y canciones cuando tenía 16 años, con sólo canciones de amor. Una de las cosas interesantes del libro es ver ese proceso de creación y creo que eso también hace que la gente se identifique con estas historias.

¿Cómo han tomado el libro las musas que inspiraron esas canciones?

Es un libro de mucho agradecimiento, porque cada musa me dejó bonitos recuerdos y lo mejor, me dejó estas canciones. Aún no he recibido los comentarios de ellas, pero este es un libro con historias de amor y con amor las traté. Toca esperar que salga el libro con las historias de las canciones de desamor, ese sí es el peligroso (risas).

¿Distintas caras del amor?

En cada momento de la vida el amor tiene un sabor distinto, te deja una experiencia diferente, no es lo mismo el amor a los 15, a los 20 o los 30, todo con un aprendizaje diferente.

Las favoritas

¿Y sus canciones más especiales?

Hay un grupo de canciones que tienen un significado especial, más allá del impacto mediático, es más personal y quizás sea por la persona que las inspiró. Uno de los personajes es una persona que me acompañó por siete años y la quiero mucho. Además, fue una época en la cual dudaba mucho de mi capacidad compositiva y eso lo hace aún más especial.  

¿Pero alguna más especial que otra?

Hay dos o tres canciones que tienen un espacio lugar especial para mí, pero hay una en especial que la he grabado en cuatro versiones y no he logrado que nadie le pare bolas, que solo los muy fans la conocen, ‘Ciertas cosas’.

¿Recuerda su primera composición?

Era de amor y era muy mala, aunque sí logró impresionar a la persona a quien se la escribí, pero me permitió darme cuenta de esta herramienta tan interesante, no sólo como proyecto de vida, también para mis relaciones sociales.

Yo era un niño que comenzaba su adolescencia con una gran tartamudez y tenía problemas para comunicarme, lo que hacía que la música se convertía en una forma de superar ese problema.

¿Preparado para el Mompox Jazz Festival?

Voy a ver a Isaac Delgado, hace tiempo no lo veo en escenario y tengo muchas ganas de verlo. Allí presentaré mi concierto de ‘Mil Ciudades’ y espero poder hacerlo con una dosis de jazz si es posible.

¿Qué proyecto tienen entre manos?

Estoy cerrando las mezclas de un álbum que no tiene título y que fue grabado en un teatro con una big band cantando boleros de los años cuarenta y cincuenta, donde participa Gilberto Santa Rosa.

¿Y la gira ‘Compadres’?

Ha generado gran expectativa. Somos amigos hace muchos años y hemos compartido escenario muchas veces pero no lo suficiente. A raíz de una participación en el programa de Caracol donde él era jurado, donde cantamos juntos, el rating subió y en las redes sociales la gente se manifestaron, por lo que le propuse hacer una canción juntos, pero haciéndola, salió la idea de la gira y la gente se he emocionado mucho con los conciertos.