Los talentos y las creaciones de Camilo Álvarez e Isabel Henao, fueron las encargadas de las pasarelas con las cuales se cerró la edición 29 de Colombiamoda, que culminó en la noche de este jueves.

Fueron tres días de intensa actividad, entre la muestra comercial y una serie de pasarelas que iniciaban al mediodía y terminaban después de las diez de la noche cada una de las tres jornadas.

El cierre, contó con el talento y el trabajo de Camilo Álvarez, quien con apenas 33 años, completó su décima participación en Colombiamoda, esta vez con ‘Fortuna’, su nueva colección, con la cual vuelve a las pasarelas de esta feria, tras varios años, sin lanzar colección allí, pero siempre haciendo presencia.

El nombre de esta colección fue inspirado por la exposición retrospectiva de William Kentridge que estuvo en Colombia hace algunos años. Álvares retomó una agenda vieja y repasó todos sus dibujos y anotaciones, lo que terminó siendo un punto de partida para esta colección, que cuenta con el ADN que ha ido construyendo en los más de diez años de labores profesionales que lleva la marca.

En pasarela, se vieron muchos diseños realizados en algodones, donde el blanco fue protagonista durante una buena parte del desfile, pero también una buena dosis de azules, junto a argentos en tonos diferentes, con un poco de índigo,   entre otros.

Luego el turno fue para Isabel Henao, quien esta vez, se inspiró en el viento para crear la colección que protagonizó la última pasarela de la edición 29 de Colombiamoda.

Fueron cinco años de ausencia de las pasarelas de esta feria de moda, pero volvió por lo grande, con una propuesta inspirada en el arte japones de la creación de abanicos únicos que exalta el valor del elemento natural del viento, vital y único.

Henao se interesó en un aspecto de este elemento, ‘El sonido del viento’, como tituló su colección, en búsqueda de su poesía y que originaron los cerca de 35 looks que presentó en la pasarela, los cuales tenían como característica principal el juego de la fluidez en cada una de las siluetas, finamente trabajadas por su creadora.

Los tonos claros predominaron, con el juego sutil en ellos, sin un único blanco. La diseñadora decide combinar blancos con distintos tonos que van desde el blanco perla, hasta el blanco azulado, que fueron enriqueciendo la propuesta en la que no faltaron los intensos azules, así como los violentas y los metálicos.

En cuanto a los materiales, Isabel Henao se inclinó por telas de Jacquard, además de crepés, seda y satín, en búsqueda de genera toda una atmósfera a la hora de vestir.