La década de los ochenta fue la época de oro de la música. Grandes artistas internacionalmente reconocidos dieron frutos para todos los gustos. Colombia no fue la excepción, dado que se produjo una transición que  poco se notaba. De los merengues de Billo’s Caracas Boys, Los Melódicos y los emergentes reyes del género como Diveana y Roberto Antonio, el país pasó de bailar ‘pegao’ a saltar la ‘changa’.

Los bailes se apoderaron de las canchas de barrio y la rebeldía juvenil vibró de pasos sensuales al moverse al ritmo de La Lambada, éxito del grupo musical Kaoma, titulado ‘Chorando se fue’ (1989), ‘Tic Tic Tac’ (Carrapicho), ‘Macarena’, ‘El meneaito’ y ‘Rica y apretadita’ de El General, entre otros éxitos, que fueron sensación en Colombia. 

Desde entonces, no hay 15 años, cumpleaños, matrimonio o discotecas que no se anime con estos clásicos.  

Luego, desde Panamá, Jamaica y Puerto Rico llegó un nuevo ritmo que recorrió muchas regiones de Colombia: el reguetón. Lo característico de este nuevo género era que donde llegaba se fusionaba a la perfección con sonidos autóctonos que lo enriquecían cada vez más, siendo Medellín la zona del país donde se asentó con más fuerza hasta convertirla en la capital mundial del género. Prueba de ello, son los grandes exponentes que hoy tiene el país a nivel internacional: J Balvin, Maluma, Karol G y Sebastián Yatra, entre otros.

“Colombia acogió el reguetón como nuestro y fue una plataforma para su  expansión en el mundo. Le dio la oportunidad a muchos artistas urbanos en sus inicios para que crearan en el país un mercado grande y próspero, por lo que hizo que muchos artista urbanos migraran a Colombia a hacer sus presentaciones como una gran plaza, tanto para consumo del género como para lo económico”, afirmó Daniel Pérez, fundador del sistema Mix (emisora) en Colombia.

Fue tanto el furor en el país, que los artistas colombianos aprendieron de los boricuas, aprendieron tanto que el alumno superó al maestro y empezó a florecer una cantidad de talentos, no solo de interpretación sino en producción, precisó Pérez, quien aseguró que este nuevo género musical toma raíces afro, isleños, el dance caribeño, y junto con otras melodías propias hicieron de este ritmo una explosión musical súper comercial. Desde ese momento, los ojos de los artistas urbanos están en Colombia. 

Para Graciela ‘Shela’ Aguilera, productora y directora de contenido musicales de Caracol Televisión, los artistas del reguetón colombiano están encantando al mundo gracias al género que eligieron interpretar. “Nada más y nada menos que el género urbano. En forma de reguetón, trap o pop urbano, este género lleva tiempo con la corona del rey de las fiestas. Estos artistas son dueños de buenas voces, carismáticos, mediáticos, son tendencia no solo en las redes sociales sino en la moda y en el amor.

“Este grupo de artistas se caracteriza por su creatividad en la producción de sus shows, video clips, conciertos y la estética es prioridad, esos detalles suman en un mundo donde todo es cada vez más visual. La imagen es el lenguaje favorito de los jóvenes y ellos son quienes crecen a estos artistas en las plataformas musicales y redes sociales.  Para el público joven estos artistas son humanos que se convierten en dioses al ritmo del flow latino”, puntualizó la productora.

Colaboraciones

El efímero dúo entre Daddy Yankee y Nicky Jam creó una nueva forma de llegar a más gente y, desde entonces, los productores y los mánager han visto los dúos como una forma de catapultar no solo a nuevos exponentes de cualquier género, sino también de rescatar a aquellas estrellas a las que su luz se les está apagando.

Ese el caso de los reguetoneros del país, quienes son apetecidos por grandes estrellas para formar duetos, ejemplo puntual: J Balvin. El paisa ha tenido dúos con Beyoncé, David Getta, Ozuna, Bad Bunny o Prince Royce. Maluma también se ha dado su “champú” con estrellas de la talla de Thalía, Ricky Martín, Shakira y Madonna.

Fernán Martínez, exmánager de Julio Iglesias y Juanes, aseguró que los reguetoneros crearon su propia escuela y tienen mucha creatividad, imagen, códigos de moda, vestuario, actitud, una lírica, incluso, el acento paisa se fue penetrando y ganando espacio, hasta el punto de que sean la fórmula perfecta para referenciarse en el mundo.

“Los puertorriqueños comandados por Daddy Yankee, Ozuna, Bad Bunny y los colombianos J Balvin,  Maluma y Sebastián Yatra obligan a que todos los nuevos cantantes los imiten. “No van a ver un rapero argentino o un cantante urbano mexicano, cada país tiene su propio estilo”, aseguró Fernández.

Es tal el auge del reguetón en el mundo que los artistas dedicados a otras corrientes musicales tratan de hacer fusiones con estos exponentes del reguetón, para atraer a los mercados juveniles.

“Julio Iglesias, Shakira, Carlos Vives y Silvestre Dangond son algunos de los cantantes que se han dejado contagiar por estos ritmos que encantan por sus letras sentidas, por su sencillez y con vocabularios raros que atrapan a los oyentes”, contó el también periodista.

Martínez describe al reguetón como un estilo que tiene pelo, tatuaje, ropa, caminado, gestos, gafas y el infaltable “blin blin”, y todo esto hace una perfecta armonía para que el género funcione desde sus letras hasta su pinta. También aplaude el atrevimiento de Karol G, quien llegó a un género netamente masculino para darle otro toque sin dejar de ser un ritmo agresivo.

Los cantantes del género urbano buscaron otras formas de promoción  y ahora la música es audiovisual. “La actitud, la ropa, la fiesta, las mujeres, las luces y los autos es lo que ven los jóvenes en YouTube. Ahí es donde miden el éxito de ellos, en las reproducciones, donde sabe si la canción pegó o no”, finalizó el mánager de artistas.

Disciplina y negocio

Para Andrés Atehortua, mánager de artistas del género urbano y del grupo Golpe a golpe, el éxito de J Balvin, Maluma, Karol G y demás reguetoneros conocidos mundialmente, se debe a que ellos abrieron puertas con disciplina, trabajando y tocando puertas. 

“J Balvin siempre ha sido un ejemplo de disciplina para todos los artistas, y un ejemplo que, como mánager, siempre ponemos a los artistas porque José entiende su arte, pero también entiende el negocio de la música, que es uno de los grandes errores que tienen muchos artistas, que entienden el arte, pero no el negocio de la música”, aseguró Atheo, como es más conocido.

“Sentarse a hablar con los mánager, con sus disqueras, con los asesores, con sus marketeros digitales, con todo su equipo de trabajo, con propiedad, porque entiende cómo funciona y para dónde va su negocio”, aseguró el mánager, quien precisó que a nivel internacional han logrado con esa disciplina hacer un buen negocio para empresarios, televisoras, patrocinadores, para mucha gente, porque ven un artista en actividad constante, que tiene contacto con sus fanáticos, con canciones, con la prensa y son un buen negocio”.