Beso de Judas. Beso de amor. Beso de amistad. Beso de despedida. ¿Pero beso estigmatizador? Pues a ese extremo hemos llegado aquí en Cúcuta, producto de un pasaje propio de una novela de lo absurdo, cuyos actores principales son conocedores de leyes.

Fue con ocasión de la designación de personero que empezó a oírse, después a escribirse y luego a suscribirse una denuncia en la que se condena una expresión natural del ser humano, como es el saludo a sus semejantes.

Ocurrió que la procuradora Provincial de Cúcuta, Margarita Eslava, saludó efusivamente a uno de los concursantes, que resultó ser el ganador, durante la aplicación de las pruebas, a las que ella estuvo atenta para garantizar la transparencia del procedimiento. Entonces uno pregunta: ¿en un parcial, cuando uno llega al salón de clase y saluda de beso a la profesora, ella queda sin autoridad para vigilar el examen? 

Se trata de un argumento baladí y sacado del cubilete de los leguleyos, que no se sabe de cual ley, artículo, parágrafo, renglón o entre línea se fundamentaron para elaborar esa ‘magistral’ pieza del derecho y así meterle un palo en la rueda al proceso, que ya mostraba un ganador.

A todas luces se aprecia que se trata de una operación desesperada por parte de quienes perdieron el poder en la ciudad en las pasadas elecciones del 27 de octubre, en las que el ramirismo recibió una contundente derrota, que en la prueba para personero tenía su ficha.

Lo peor es que a ese concursante ni siquiera la suerte o, digamos mejor, los conocimientos no le alcanzaron para que obtuviera el puntaje requerido que técnicamente le permitiera pasar a la fase de selección.

Episodios como el comentado se parecen mucho a los utilizados por equipos  de fútbol que juegan un pésimo partido, pero que presentan denuncias para tratar de ganarse los puntos en el escritorio.

Muy mal habla una situación como esta de quienes quieren llegar a manejar o quedarse en ese puesto, que según la Ley 136 de 1994 en el artículo 178, establece que el personero ejercerá en el municipio las funciones de Ministerio Público, además de las que determinen la Constitución, la Ley y los Acuerdos. Velar por el cumplimiento de la Constitución, las leyes, los acuerdos y las sentencias judiciales.

Pero aquí tampoco le está acabando de ir muy bien al Concejo de Cúcuta que tiene el sol a las espaldas, que pese a los escuálidos argumentos y falta de elementos probatorios que demostraran los cuestionamientos del contenido técnico del examen de conocimiento y de competencias que aplicó la Universidad Francisco de Paula Santander, decidió suspender el concurso.

Pero esto no ha sido lo único. Recordemos el famoso ‘atornillamiento’ que se está tratando de hacer en la gerencia de la EIS o el negocio decembrino de última hora en Imsalud, para concesionar a 20 años la prestación del servicio de facturación e internet de las 37 IPS del municipio. 

Llegó la hora de ponerle término a esas triquiñuelas para aferrarse a los hilos del poder a cualquier precio y sin importar llevarse por delante la institucionalidad y la normatividad vigente.

La democracia local requiere que de una vez por todas se ponga a salvo de esas estratagemas corruptas que finalmente causan su debilitamiento y las naturales respuestas de indignación entre la gente.