Entre el 12 y el 19 de junio, todos los conductores de Cúcuta estaremos bajo el mandato de las fotomultas pedagógicas. Significa que, por el hecho de conducir un automotor, estaremos, por fin, sometidos a cumplir todo lo que dicen las normas básicas del tránsito… o a pagar por incumplirlas.

Será una semana de aprendizaje constante, durante la cual, quien quiera que conduzca un automotor en las calles de Cúcuta, deberá extremar el rigor en cuando al cumplimiento de los reglamentos viales se refiere. De no hacerlo, cumplirá largas sesiones de trabajo educativo en sitios especiales, a fin de que, cuando termine, esté listo para salir, ahora sí, a conducir con diligencia su vehículo.

Hay, sin embargo, cuestiones que inquietan, y que se vienen ventilando desde hace varias semanas, y que tienen que ver con la posibilidad de que todo el proyecto se frustre, ojalá de manera temporal, si la Justicia admite demandas por inequidad, como es absolutamente posible.

Cualquier automovilista que conduzca un automotor con placas colombianas podría demandar, basado en la falta de equidad, en el caso de cometer la infracción de, por ejemplo, pisar una cebra, si también lo hizo otro automotor con placas, pero con placas venezolanas. La razón está en que, al producirse la sanción, un mensaje electrónico irá a la dirección física, o virtual, del infractor, pues su vehículo figura en el registro oficial. Pero nada le ocurrirá al otro vehículo, pues muchos no tienen registro alguno, y por lo mismo no hay a dónde enviar el comparendo con la multa. Si la falta es la carencia del seguro obligatorio, solo será sancionado el conductor con placas colombianas, no el que use placas venezolanas. Eso es inequitativo…

Situación similar puede suceder con quien sea fotografiado sin tener puesto el cinturón de seguridad o usando su celular, porque puede argumentar que el uso prohibido de vidrios opacos impide a las cámaras registrar a un conductor que haya cometido una falta similar. Eso también es inequitativo.

¿Qué hacer en un caso así? Sencillamente, evitarlo, prohibiendo los vidrios polarizados y sancionando con la drasticidad que jamás se ha tenido aquí, a quienes los instalen sin permiso. Y, de paso, vigilar a quienes los autorizan.

Sería ideal que las autoridades se sometieran también a similares jornadas pedagógicas, a fin de ponerse al día en cuestiones de tipo jurídico, como principios —de equidad, por ejemplo, e igualdad—, y la manera de ser justos con el ciudadano.

Las faltas que serán sancionadas son estacionar mal en los cruces viales, no usar el cinturón de seguridad, hablar por el teléfono mientras se conduce, pasarse el semáforo en rojo, avanzar en amarillo, circular en contravía, detenerse sobre la cebra, no tener el soat vigente, revisión tecnomecánica vencida, adelantar en doble línea paralela, invadir el carril, obstruir una zona antibloqueo, efectuar un cruce prohibido, y violar el pico y placa.

Los conductores están a la espera de que las autoridades de tránsito pongan, en los sitios donde deben estar, las señales de advertencia que indiquen que está cerca una zona de control con cámaras, como lo determina la norma legal. Porque, si no las instalan como y donde deben estar, cualquier multa será, además de ilegal, injusta.