Cuando se habló de la concesión de Alumbrado Público que adjudicaría la alcaldía de Cúcuta por 30 años, nadie creyó que el consorcio ganador estuviera en condiciones de cumplir con la ambiciosa meta de reemplazar más de 50 mil bombillas en el primer año de operación. 

Pero la realidad ha dado una grata sorpresa, pues estando a cuatro meses de terminar el año, el consorcio Alumbrado Público SJC ha logrado cumplir con el 98,5% de avance en el cambio de luz tradicional a led. 

El cambio que se ha generado con la iluminación led le ha dado una nueva cara a la ciudad, generando espacios con mejor intensidad de luz y embelleciendo los paisajes cucuteños.

Este trabajo, en el que se han invertido 94 mil millones de pesos, ha convertido a Cúcuta en ciudad  líder a nivel nacional en esta iluminación, cuya principal  ventaja, se supone, debe ser la seguridad ciudadana. 

Sin embargo, justo este tema se ha convertido en una especie de amenaza para el sistema, pues a la fecha han sido reiterados los casos de robos de luminarias nuevas recién cambiadas.

En algunos casos, como el de la zona del puente La Gazapa, se han robado varias luces, lo que ha generado  apagones y, por lo tanto, quejas de la ciudadanía. 

La apropiación de este tipo de inversiones por parte de los ciudadanos es importante, pues el impacto para muchas comunidades, incluyendo las rurales, es   trascendental. 

Que canchas, calles, parques y demás espacios públicos que en el pasado estaban a oscuras, o mal alumbrados, era un factor trascendental para que delincuentes y consumidores de drogas terminaran apropiándose de ellos, o desplazando a niños, vecinos y abuelos por temor. 

Hoy, muchas de estas zonas de Cúcuta cuentan con una iluminación que dignifica la vida cotidiana de quienes allí se asientan, permitiendo que a la par de la buena iluminación lleguen otras inversiones. 

Los beneficios que genera la tecnología LED, además, son numerosos y redundan en beneficio del medio ambiente. 

Genera una sensación cálida que permite la identificación de los colores, conocida como luz día, a diferencia de la iluminación monocromática anaranjada de las luminarias de sodio que están siendo retiradas. 

La disminución del consumo eléctrico es otro de los beneficios, pues se ha probado que estas luminarias pueden llegar a utilizar 45% menos de energía. La disminución de las emisiones de dióxido de carbono también es un factor importante: al final de la instalación se habrá logrado disminuir la emisión de 8,076 toneladas de dióxido de carbono, resultado récord a nivel nacional.

Para que estos resultados se sigan consolidando, es importante la articulación de las autoridades que tienen que ver con este proceso de transformación y la planeación, en donde ha habido algunas fallas que han generado retrasos y sobrecostos. 

Actualmente la administración trabaja en establecer un mecanismo para modernizar los circuitos y las redes, muchas de las cuales se encuentran en pésimas condiciones. 

Al finalizar el año Cúcuta tendrá una razón para mostrarse ante el país: ser de las primeras ciudades con el alumbrado más moderno.