No pueden ser más satisfactorios los resultados de la visita del pasado jueves a Cúcuta del presidente Juan Manuel Santos con sus ministros, para encarar la crisis que nos viene afectando en los últimos años como consecuencia de la catastrófica situación que padece Venezuela, y agravada en los últimos meses por la migración sin precedentes de ciudadanos de ese país a  nuestra ciudad y sus alrededores.   

En primer lugar debe admitirse que la crisis migratoria que estamos afrontando en Cúcuta, su área metropolitana  y sus habitantes, pudo haberse evitado si nuestras autoridades hubieran actuado en forma oportuna y diligente, haciendo cumplir las normas sobre ingreso y salida del país. Desafortunadamente, los mecanismos de vigilancia y control establecidos no se han aplicado con el rigor debido, y como consecuencia de ello tenemos hoy una ciudad invadida de venezolanos que llegan en busca de trabajo y de oportunidades que no tienen en su nación. 

Lo mismo que le ocurrió a millares de colombianos que hace varios años tuvieron que irse al vecino país huyendo de la violencia y los horrores de nuestro conflicto interno. 

En segundo lugar, la crisis migratoria complicó los problemas propios de nuestra zona de frontera como la violencia, la inseguridad, el contrabando, el desempleo, la informalidad y otros fenómenos que nos han impactado tremendamente a todos. 

Las medidas policivas y de control seguramente no serán las únicas y las suficientes y habrá que ir ajustándolas, pues es tan grave la crisis humanitaria de Venezuela que la llegada de ciudadanos de ese país no se va a detener. Como tampoco se acabará en forma definitiva el contrabando, que es uno de los flagelos que más golpean nuestra economía y genera funestas consecuencias y secuelas en la sociedad. 

No va a ser fácil reponernos de esta situación calamitosa, pero confiamos en que las medidas adoptadas, y anunciadas por el presidente Santos ayudarán a buscar las salidas adecuadas. 

Para destacar, la solución del problema que venían planteando los ganaderos de la región – muchos están al borde de la quiebra –, y quienes a partir de ahora podrán vender carne despostada – sin huesos – a los mercados del interior del país. Por la gestión del ministro de Agricultura, Juan Guillermo Zuluaga, se garantizará a los pequeños productores vender los excedentes de leche en épocas de alta producción, también al mercado del interior. Se calcula un excedente de 500.000 litros de leche en los tiempos ‘picos’ de producción, cuando el departamento llega a los 2 millones de litros. 

El presidente Santos anunció una nueva línea de crédito por 50.000 millones de pesos para pequeños y medianos empresarios y la aprobación de otros cuantiosos recursos para impulsar planes de generación de empleo y desarrollo en los sectores del calzado, el cuero, la confección, la moda y el turismo.

Tenemos que destacar que en los últimos cinco años Bancóldex entregó cerca de 540.000 millones de pesos a miles de empresas de Norte de Santander, de las que 93 por ciento fueron microempresas, 1.230 Pymes y 24 grandes factorías. 

Para resaltar también la decisión firme del Gobierno de no permitir abusos y arbitrariedades contra los venezolanos en los procesos de contratación laboral, aprovechándose de su situación  vulnerable. Las autoridades militares y policiales han reiterado igualmente su compromiso para garantizar el respeto y los derechos a los migrantes venezolanos. 

A los colombianos nos corresponde ahora ayudar y aportar nuestro granito de arena para lograr salir de esta difícil situación.