La situación no puede ser más paradójica y contradictoria: los enormes ingresos y ganancias de las EPS frente a la dolorosa y deficiente prestación de los servicios médicos y asistenciales de salud a sus millones de usuarios y pacientes. 

Según cifras reveladas por la Superintendencia de Salud, en el año 2018 los ingresos de estas empresas superaron los 68, 5 billones de pesos, un incremento de 2,3 por ciento frente a los ingresos reportados en 2017. Estas lograron el 10 por ciento de las ventas de las 1.000 empresas más grandes del país, el equivalente al 8,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).  

Casi todas las EPS en Colombia se encuentran con medidas cautelares de los órganos de control, están intervenidas o al borde de la quiebra, con algunos directivos en la cárcel por malos manejos, y afrontan millonarias demandas judiciales por la pésima atención a los usuarios, luego no parecería tener sentido el que logren tan altísimos recaudos. 

Pero no solo registraron elevados ingresos que envidiarían hasta las empresas y negocios más rentables. Según los informes de la Supersalud, 44 EPS obtuvieron jugosas ganancias, como que estuvieron cercanas a los 125.000 millones de pesos. De 60 empresas del sector de la salud, solo 16 tuvieron pérdidas.

Según el exministro de Salud, Jaime Arias, las enormes ventas de las EPS se pueden explicar porque “los ingresos no dicen mucho de lo que es la empresa, solo el tamaño, que se evidencia  porque recogen a gran parte de la población y por eso destacan las primeras seis EPS”. Y en términos de ganancias, Arias agregó que “hay unas que tienen medicina prepagada, y por cuenta de eso la empresa tiene ingresos interesantes; otras tienen integración vertical y horizontal, y hay otras que manejan muy bien sus reservas, entonces estas generan una gran cantidad de recursos”. La lista de las EPS más exitosas por sus ventas y recaudos la conforman, según la Superintendencia de Salud, Nueva Eps, Coomeva, Medimás, Eps Sura, Salud Total, Eps Sanitas, Famisanar, Audifarma, Copidrogas y Coosalud.

En el caso de Nueva EPS, que en 2018 recaudó 7 billones de pesos, cifra que creció 18 por ciento frente a 2017, lo cual en buena parte provino del hecho que logró quedarse con el mayor número de afiliados en el país, cifra que ya supera los 5 millones entre el régimen contributivo y el subsidiado. Al final de este año el número de afiliados llegará a los 5,3 millones. No sucede lo mismo con Coomeva y Medimás, la segunda y tercera EPS más grandes del país en materia de ingresos.

Frente a Medimás, las cifras de la Supersalud detallan que es la EPS que más afiliados ha perdido en el último año para el régimen contributivo, con una fuga de casi 500.000 personas. Para el régimen subsidiado, el total de afiliados que cambiaron de EPS roza los 40.000. Y con respecto a Coomeva, es la segunda que más afiliados pierde en el régimen contributivo, cerca de 320.000.

En medio de esta danza de los millones y frente a la cruda realidad que todos días nos muestran los medios por la pésima atención a los usuarios en las diferentes EPS del país, urge un gran acuerdo o pacto nacional para salvar la salud pública en Colombia. El Pacto para la Equidad propuesto por el gobierno del presidente Duque donde más se necesita es en este sector de la salud. Para que no se sigan presentando tutelas cada tres y cuatro minutos en procura de lograr una atención oportuna o la entrega a tiempo y completa de los medicamentos. Así sean estos, aspirinas o acetaminofén.