Hay muchas maneras de medir el avance de los pueblos. Uno de los más inusuales, pero no por eso certero, es el deporte y sus logros en competencias de alto nivel. Consideran que mientras más desarrollado está un país, por ejemplo, mejores resultados sostenidos obtiene en lo deportivo.

No parecer ser, desde luego, un método muy científico, para establecer el nivel de desarrollo de un país, pero, al menos en el campo de lo curioso, es fácil ver cómo en los Juegos Olímpicos, por ejemplo, los primeros lugares en la tabla de triunfos, corresponden a países desarrollados.

La explicación estaría en el hecho de que mientras más desarrollado está un país, mejores condiciones de vida tienen sus habitantes. Y la alimentación y la nutrición, así como la atención en salud y las circunstancias de salubridad adecuadas influyen de modo directo en las personas y su desarrollo físico.

Desde luego, hay casos excepcionales de países africanos que ubican a sus deportistas en los primeros lugares de algunas actividades físicas, pero se debe a que los gobiernos destinan ingentes recursos para preparar en excelencia a ese puñado de privilegiados. Pero los demás deportistas son ignorados.

En los Olímpicos de Rio de Janeiro, las medallas ganadas se corresponden en lo lógico con la clasificación de las principales potencias y su nivel de desarrollo: después de Estados Unidos, en la lista figuran, en su orden, Reino Unido, China, Rusia, Alemania, Japón, Francia, Italia, Países Bajos y Australia.

El caso de Colombia parece encajar en la hipótesis. En efecto, desde hace unos cinco lustros, cuando comenzaron a registrarse cambios positivos en los indicadores económicos, empezaron a registrarse los primeros grandes logros de deportistas colombianos en competencias internacionales.

Y, cada vez, las pistas mundiales registran mayor presencia de estrellas del deporte colombiano en casi todas las modalidades. Es una tendencia que, además de sostenerse, se incrementa año a año, hasta el punto de que varias modalidades del deporte tienen en Colombia al rival a vencer: patinaje, ciclismo, pesas y boxeo están en esta lista.

Desde luego, existe la tendencia a considerar que lo hecho por un atleta es resultado exclusivo de su capacidad física y mental y de su preparación y uso de las técnicas adecuadas. Pero, en realidad, hay muchos factores que influyen para que esa persona se desempeñe con éxito.

Y entre estos están las políticas gubernamentales de apoyo al deporte y a la actividad física en general, el estímulo a los deportistas de alto rendimiento, el establecimiento de una estructura sólida y eficiente de administración de todos los recursos destinados al deporte, la construcción de escenarios adecuados y técnicamente dotados, y el diseño de fuentes permanentes de financiación.

Y esto lo tiene ahora el deporte colombiano.

Significa que las medallas y los triunfos, si bien se deben al esfuerzo de cada atleta, también son resultado de un Estado que dispone de recursos para esas actividades. Y solo disponen de esos recursos, las naciones que tienen ya cubiertas otras necesidades. Como parece estar ocurriendo en Colombia.