La intersección vial de la Terminal de Transportes de Cúcuta tiene como fecha de finalización de los trabajos el 2 de septiembre de este año, esperándose que para ese entonces pueda entrar en funcionamiento dicha infraestructura, que contempla tres puentes y la respectiva glorieta, en un contrato por $45.000 millones.

Esa obra debe cumplir el propósito de agilizar y romper el eterno cuello de botella en dicho sector cucuteño que conecta hacia la ciudadela Juan Atalaya, pero que también lleva hacia el centro por la octava y la séptima, y distribuye tráfico hacia la avenida Camilo Daza y la Diagonal Santander.

Un asunto importante  en el cual tanto la ciudadanía, como la interventoría y la misma Alcaldía tienen que estar muy atentas, es que la obra se entregue terminada y no vayan a resultar apareciendo  ‘zonas grises’ que se dejan sin concluir porque se acabó el presupuesto o no figuraban dentro del contrato inicial.

La duda surge luego de la siguiente afirmación de la ingeniera  Dora Nahir Garay, representante legal de la firma interventora: “La parte de urbanismo nos puede dejar un hueco pequeño, pero eso se lo estaremos informando a finalizar el mes sobre qué decisiones se van a tomar”.

Aunque la Secretaría de Infraestructura del Municipio observó que el proyecto registra un 89,14 por ciento de avance, se debe recalcar sobre la necesidad de que  cuente con todos los elementos que garanticen la fluidez en la movilidad, la seguridad y el mismo embellecimiento urbano en esta importante intersección vial de la capital nortesantandereana, y no vaya de pronto a pasar como ocurrió con el puente Benito Hernández Bustos, al cual le quedaron faltando varias obras para su completa funcionalidad.
 
Y hablando de puentes, hace pocos días el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano, en diálogo virtual con el director del Instituto Nacional de Vías, Juan Esteban Gil, fue enterado de que está en marcha el procedimiento para construir el nuevo puente entre El Zulia y Cúcuta.

Por cerca de 70 años, en ese punto de la geografía nortesantandereana, la estructura metálica que lleva el nombre del expresidente Mariano Ospina Pérez ha servido de conexión entre esos municipios y con la ruta hacia Ocaña y municipios del Catatumbo.

El nuevo puente sobre el río Zulia se calcula que estaría terminado en mayo de 2022, porque el plazo previsto de construcción es de 14 meses, mientras que la inversión prevista es 23.000 millones de pesos, incluidos los gastos de la interventoría.

Sobre esta última obra hay algunas voces discordantes, porque se advierte que al mantenerse con dos carriles “el martirio” de los trancones persistirá al encontrarse allí las volquetas, los buses, los taxis y los vehículos particulares que circulan por esa importante ruta nortesantandereana.

De todas maneras, es la primera vez que en este caso en específico se pasa de los paños de aguas tibias con algunos recursos para la repotenciación del envejecido viaducto, a un anuncio gubernamental sobre la construcción de un puente en ese sitio.

Eso paso puede ser aprovechado para que la dirigencia regional (gremios, congresistas, alcaldes y comunidad) hagan gestión ante el Gobierno Central para que se concrete un proyecto a cuatro carriles que se ha venido planteando, y que parece ser lo más lógico a la luz de las circunstancias actuales.