¿Qué une a Electricaribe con Norte de Santander o Cúcuta? Nada, salvo que por aquí hay una conexión vial hacia la Costa Atlántica, aparte de eso, por aquí a ningún municipio, corregimiento o vereda les llega ni un kilovatio de esa controvertida electrificadora que se ha caracterizado por los múltiples problemas en la prestación del servicio a los usuarios costeños.

Pero resulta que ahora sí nos interesará porque por obra y gracia de la bancada costeña, una idea del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, fue convertida en un artículo del Plan Nacional de Desarrollo, como lo es el cobro de una sobretasa de $4 pesos por kilovatios hora al servicio de energía a los estratos cuatro, cinco y seis, en el recibo de la luz, en todo el país.

Por eso es que en el departamento, a los 53.000 usuarios de esos niveles, al igual que a los comerciales, industriales y no regulados, les tocará comenzar a pagar desde noviembre el denominado ‘recobro de energía’.

Uno de los que planteó, defendió y logró que ese cobro se volviera real, fue el expresidente del Senado, el barranquillero Efraín Cepeda, quien incluso en las pasadas elecciones para el Congreso de la República se llevó de Norte de Santander, 6.975 votos, siendo el mayor pescador en las justas de marzo del año pasado.

Muchas son las conclusiones que se pueden sacar. Por ejemplo, el del poderío costeño al momento de luchar por su tierra en el Congreso de la República, que en este caso llevó a que un problema local escalara nacionalmente y pusiera a pagar a quienes menos tienen que ver con ese asunto, por ejemplo los cucuteños, los bumangueses, los paisas y los bogotanos, por citar solo algunos.

Y aquí podríamos entrar a plantear por qué nuestros senadores y representantes a la Cámara, que hasta en el periodo pasado llegaron a tener presidente de una de las células legislativas, por qué no empujan, gestionan y alcanzan acciones de esa naturaleza o más grandes, para una región como la nortesantandereana o tal vez aliándose con la santandereana, para hacer valer a los dos santanderes.

Pero la realidad muestra todo lo contrario, como si aquí no sobraran los inconvenientes muchísimos más graves que los de la siempre emproblemada electrificadora costeña, que al relacionarlos pues harían falta cuartillas.  

Mientras que se alista todo para que dicha tasa comience a cobrarse, la discusión no parará, porque muchos no entienden la razón para que los pongan a pagar por algo que ni siquiera saben dónde queda, mientras que la región donde habitan, como la nuestra, se cae a pedazos, hay inseguridad galopante e incontenible, hay altísimo desempleo, sobra la falta de oportunidades, está rebosada por los inmigrantes y las cifras económicas no ayudan.

Los habitantes de los 40 municipios, en especial los que hacen parte de los estratos elegidos para darle ese cuestionado ‘empujón’ a Electricaribe se preguntarán: ¿por qué más bien no se hace lo mismo y crean una tasa temporal por determinado tiempo para auxiliar a Norte de Santander que bien alto ha pagado los costos del conflicto armado interno y ahora el impacto del éxodo venezolano?

Amanecerá y veremos si alguien se atreve al menos a hacer esa propuesta en las altas esferas del Congreso y del Ejecutivo. Mientras tanto, paguemos los platos rotos de esa costeña electrificadora.