En un registro de la Cámara de Comercio de Cúcuta estaba oculto el ‘pecado’ que le quita fuerza a la medida cautelar de la Procuraduría General de la Nación de suspender temporalmente al gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, por el escándalo de la contratación de $46.000 millones con la firma Niu Telco, que después de la cascada de acontecimientos turbios, va a ser liquidada.

El presidente Iván Duque designó como gobernadora encargada a la secretaria general Sonia Arango Medina, mientras se surte el proceso de la terna para escoger a quien cubra el tiempo en que esté ausente Villamizar. Pero no hay sino que mirar el registro mercantil de la empresa Nuevas Tecnologías de Innovación, Ingeniería y Telecomunicaciones, Niu Telco SAS, para descubrir que Sonia Arango es miembro suplente de la junta directiva.

Era lógico que el Ministerio Público actuara así contra el mandatario seccional en atención a lo expuesto en el Código Único Disciplinario de “que la permanencia en el cargo interfiere en el trámite de la investigación o permite que continúe cometiendo la falta”.

No es lógico entonces, que a la conducción de la ‘Cúpula Chata’ llegue la mencionada integrante del gabinete departamental, quien por su calidad de directiva suplente en Niu Telco, también debe ser conocedora de lo relacionado con la empresa contratista. Se trata de una situación macondiana que el pueblo nortesantandereano no entiende, que despierta dudas y le genera sospechas.

Señor presidente Duque y señor procurador Luis Fernando Carrillo, ¿ese nombramiento era el adecuado?, ¿lo expuesto en la Ley 734 de 2002 se cumple?, ¿hay garantías de que la investigación abierta por la Procuraduría por el caso Niu Telco pueda hacerse sin interferencias de la mencionada directiva?

Sin querernos adelantar a los acontecimientos ni tampoco hilar delgado, aquí pareciera que nos encontramos ante una situación en la que se contradice el alto gobierno, lo cual nos parece, así sea un encargo temporal, al menos una falta de asesoría. Lástima, porque en la calle se creía que con la designación de un funcionario neutral, se podría continuar analizando sin presiones de cualquier índole este entuerto de los contratos con la mencionada firma. 

Ahora hay que esperar el desarrollo de los acontecimientos y que los sabuesos del organismo de control disciplinario estén con los ojos bien abiertos y afinen sus labores investigativas sobre el caso de Niu Telco, porque aunque Arango no permanezca  en el cargo durante todo el tiempo de  ausencia del titular, es indudable que ello puede entrabar dichas labores. 

Incluso, sería importante que se acelerara el proceso de entrega de la terna por parte de la coalición de La U y el Partido Liberal por la que salió elegido Villamizar Laguado, para que de allí el presidente escoja el reemplazo temporal y así garantizar que las actuaciones que buscan dilucidar lo ocurrido transcurran sin interferencias ni sombras.    

En medio de estas inquietudes, bueno es poner en alto el nombre de la Procuraduría y de su titular, Luis Fernando Carrillo, que como el Quijote cabalga en solitario con sus subalternos en la lucha contra el monstruo de la corrupción que ha cubierto todos los rincones de la patria con sus poderosos tentáculos.