El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo es el organismo de las Naciones Unidas que promueve el cambio y conecta a los países con los conocimientos, la experiencia y los recursos necesarios para ayudar a los pueblos a forjar una vida mejor, se lee en la presentación del PNUD.

Esta organización trabaja en cerca de 170 países y territorios, incluida Colombia, para ayudar a reducir la pobreza, las desigualdades y la exclusión.

La referencia obedece a que la Gobernación de Norte de Santander dentro de las acciones para la reactivación de la economía regional ha puesto al PNUD dentro de la línea de acción para enrutar al departamento en esta ‘nueva realidad’ marcada por la pandemia del coronavirus.

Resulta importante que de la mano de esa institución que hace parte de la ONU, la administración del gobernador Silvano Serrano a través del Comité de Reactivación Económica, busque y clarifique los mejores caminos por donde se debe trazar el nuevo rumbo regional.

Para este departamento fronterizo  con situaciones tan particulares que lo vuelven único frente a otros colombianos, es bueno que expertos y especialistas del PNUD en coordinación con los gremios, empresarios, trabajadores, comunidades y gobiernos locales, definan desde el territorio y con la mirada puesta hacia el largo plazo -lejos de la inmediatez- lo que deberá hacerse para consolidar el desarrollo social, económico y humano.

Y, lo que estamos escuchando ahora, que esa especie de apadrinamiento de la PNUD sirva para que la cooperación internacional tenga una consolidación en esta región colombiana en lo relacionado -ojalá- con unos proyectos de envergadura para la industrialización y la generación masiva de empleo, obviamente garantizando los mercados para que tengan el resultado esperado.

Tener ese contacto con la PNUD mediante el convenio interadministrativo que se ha anunciado la Gobernación firmará, servirá para internacionalizar los planes de reactivación nortesantandereana, puesto que al lograr apalancamiento financiero y de asesoría, servirán para conjurar los factores de inseguridad como el desempleo, pobreza y miseria.

Sin duda que es de la mayor trascendencia todo lo que se haga en este momento para actuar de manera resiliente frente a la crisis coyuntural que trajo la pandemia y que se unió con las dificultades estructurales que por años arrastramos como una pesada carga. Quedarnos de brazos cruzados no era la opción.

Y, complementaria a esta acción, la propuesta de la administración departamental propende por la industrialización para lo cual se acudirá a una consultora internacional, con el fin de variar y dejar de ser simples vendedores de materias primas y pasar a la fase de la producción con esos materiales locales que se tienen.

La idea es poder generar productividad, generar impacto de sostenibilidad y, adicionalmente, hacer un ejercicio de valor agregado de ese producto de reactivación. Esa es la propuesta.

Entonces, manos a la obra y que los cronogramas que se definan con tiempos para ir conociendo resultados no vayan a dilatarse, porque es indispensable que la estructuración y puesta en marcha de la estrategia planteada arranque lo más pronto, para de esa forma comenzar a enfrentar con toda la contundencia la pandemia del desempleo y la crisis económica.