No desconocemos, ni más faltaría, la dificultad surgida para hacer llegar al pueblo venezolano necesitado la ayuda que algunos países han dispuesto y que realmente, teniendo en cuenta las enormes necesidades que existen en Venezuela, representará solo un pequeño alivio. 

Hoy, cuando se cumple el plazo anunciado por el presidente interino Juan Guaidó para el ingreso de las ayudas al país vecino, la expectativa es total y por ello es importante tener claridad sobre la manera en la que estas deben ingresar; porque el hecho de que se trate de un asunto de humanidad con la gente que lo necesita, no quiere decir que se deba acudir a extremos como de ingresar la ayuda por los pasos ilegales. 

La euforia no puede llevar a extremos inadecuados que no dan ejemplo de respeto a las normas establecidas en cada país.

No se puede olvidar que las trochas son pasos ilegales por donde circula el crimen de ida y de venida entre Colombia y Venezuela y que en combatirlos el Estado colombiano ha invertido mucho esfuerzo y dinero. 

Se entiende que el llamado busca hacerle frente a la terquedad y el cinismo de Maduro, quien ante toda evidencia posible, se sigue oponiendo radicalmente a facilitar un canal para que las medicinas y los alimentos lleguen a las personas cuya vida hoy depende de ello. 

Lo que ha pasado en las últimas semanas con el reconocimiento de Guaidó como presidente de Venezuela por más de 20 países tuvo, ayer, su momento cumbre en Cúcuta, con un concierto sin precedentes en el que voces de 32 artistas reconocidos mundialmente se unieron en un solo llamado: que Venezuela sea un país libre, apegado a los principios democráticos, y respetuoso de las libertades.

Ese poderoso mensaje que desde el puente de Tienditas trascendió al mundo, debe ser tenido en cuenta por Nicolás Maduro, y entender que el rechazo a sus acciones de gobierno que han conducido a la desastrosa situación humanitaria, migratoria, económica y social en su país, plantea que llegó la hora de tomar la decisión que permita ponerle fin al sufrimiento de su pueblo.

El primer paso sensato de su régimen es no impedir el paso de los cargamentos de alimentos, medicinas y elementos de higiene enviados por varios países y que se encuentran en varios centros de acopio, entre ellos el que está en Cúcuta. Ya hay una advertencia global a Maduro, como es la que acaba de hacer el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres: “no usar la fuerza letal contra manifestantes”, en la jornada.

Y regresando a Tienditas, quedan algunos razonamientos después del megaconcierto. Por ejemplo, la frase del multimillonario inglés, Richard Branson, que lo organizó: “Sí podemos llevar a la gente al espacio, por qué es tan difícil sacar a nuestros hermanos de la pobreza”.

O lo afirmado por Miguel Bosé: “Maduro lárgate ya, vete ya lo más lejos que puedas porque Venezuela no es tuya”.

Ahora hay que esperar el desarrollo de los acontecimientos y que como lo afirmaron los artistas y los espectadores asistentes, se logre materializar el clamor para que las ayudas entren, para permitir que los insumos lleguen a quienes lo necesitan y que no sea la violencia o la intervención, sino la diplomacia y la democracia las que primen a la hora de encontrar una salida a lo que ocurre en el país vecino.