Sin lugar a dudas, el año que termina será recordado por muchas generaciones, porque no todos los días ni  en muchos países se llega a un acuerdo de paz como el alcanzado en Colombia, con las Farc, para la desactivación de un sangriento conflicto armado de más de medio siglo. En la historia quedará marcado, para siempre, como el año de la paz, que a Norte de Santander ha traído un ambiente de tranquilidad al salir del escenario de la guerra el grupo alzado en armas, cuya concentración, con miras al desarme y reintegración a la vida civil, se concentrará en una vereda del Catatumbo. Esto llevará a emotivos brindis porque muchos adultos jamás habían disfrutado del país en paz.

El bisiesto que se acaba, dejó en la región los vestigios de un complicado y ciclotímico vecino, como lo es el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien señaló a Cúcuta de albergar mafias que traficaban con los billetes de cien bolívares, los cuales estarán en circulación hasta el 20 de enero del año entrante, razón por la cual llegó a cerrar la frontera durante ocho días. Y para ver el cambio de parecer del gobernante que despacha desde Miraflores, 24 horas antes del 28 de diciembre, en una declaración con sabor a inocentada afirmó que Cúcuta lo ama y que arrasaría en una hipotética participación suya en las elecciones para la Alcaldía y Gobernación.

Quedará en la memoria por dejarnos el ‘regalo’ del IVA del 19 por ciento que se sentirá en cientos de productos de consumo, es decir, disparará el costo de vida.

Tampoco será fácil de olvidar porque la Alcaldía de Cúcuta entregó la concesión del alumbrado público por 30 años a una firma que tiene relación con el cuestionado ‘Turco’ Hilsaca.

Como dice la famosa canción, el Año Viejo nos dejó una buena parte del nuevo Gramalote que resurgió luego de seis años de su destrucción por una falla geológica.

Dos obsequios viales estrenaron los cucuteños en 2016. Por un lado, el intercambiador de Atalaya para eliminar la congestión originada  por el gran flujo vehicular hacia los barrios que integran las comunas 7 y 8, y la salida hacia los pueblos de occidente y norte del departamento, así como al norte del país. Igualmente,   ya es posible darle la vuelta a todo el anillo vial, al entrar en funcionamiento el puente Pamplonita.

En el campo deportivo, brillaron los nortesantandereanos  Daniela Lindarte, Roobelth Rojas, María Camila Osorio Serrano, Diego Aldair Molinares, Diego Castaño, José David Escobar y Jorge David García, mientras que los futbolistas de Toledo, Leandro Castellanos,  y de Cúcuta, Yulián Anchico, se coronaron campeones con Santa Fe del torneo colombiano y de la Copa Suruga Bank, en Japón.

Tenemos que volver a mencionar al vecindario. En la retina permanecen las fotos y videos que muestran el puente internacional Simón Bolívar, repleto, centímetro a centímetro, de venezolanos que entran y salen del área metropolitana de Cúcuta, con el propósito de aprovisionarse aquí de los artículos que escasean en su país. También los hay que decidieron salir definitivamente de su país y otros que nos llegaron a causar problemas porque ahora son delincuentes que volvieron más inseguras nuestras calles.

¡Adiós, 2016! Y bienvenido 2017, año en para el cual La Opinión les desea a sus lectores, anunciantes y colaboradores, muchas buenas nuevas, éxitos en todas sus actividades y grandes aciertos en las decisiones que tomen nuestros gobernantes para hacer de nuestra ciudad y departamento, una mejor región para todos.