Anunciada la cuarentena en el país, puso entre la espada y la pared a la clase media y baja que producen diariamente lo de su sustento. Estaban entre salir y seguir trabajando, en el cual arriesgan su salud, o encerrarse y ver cómo sus provisiones se acaban día a día.

Esto llevó a los emprendedores en casa a buscar nuevas alternativas, ese fue el caso de una modista de la comuna 6 de Cúcuta que detuvo su producción de ropa, para empezar a hacer tapabocas, unos de los principales productos más solicitados en tiempos de pandemia.

La modista, que decidió no dar su nombre, tiene un taller en su propia casa donde producía ropa, para dama, caballeros y niños, además de arreglo de prendas y, en ocasiones, creación de uniformes. Todo esto cambió cuando el virus llegó a la ciudad.

La producción de estos productos los detuvo apenas el Gobierno Nacional anunció la cuarentena, por lo que en su taller trabajaban cinco personas y no podía tener tantos individuos en su casa. Así que emprendió a producir tapabocas sola.

La mujer produce por encargo, y hasta el momento ha hecho 5.000 tapabocas con tela quirúrgica reforzada. “Hice una prueba con agua para ver qué tanto protege la tela, porque he oído que cualquier material no funciona para cuidar las vías respiratorias”, dijo la emprendedora.

La modista invierte en cada tapaboca 400 pesos y los vende en 700 pesos, los distribuidores los venden en 1.500 pesos. La producción es por encargo y los compradores llegan hasta el taller a recoger su pedido.

En varias casas de los barrios de Cúcuta se ha percibido un nuevo aviso, ya acostumbrados a ver “Se vende hielo, vikingos, se hacen zapatos o se arregla ropa” ahora se observa  el de “se venden tapabocas”. 

En otras casas se pueden conseguir de distintos colores y figuras llamativas, pero su material no es muy confiable, pues en muchas ocasiones la tela no es apta para detener los virus del aire. Los precios oscilan entre los 1.500 y 2.000 pesos.

La Asociación Colombiana de Infectología recomienda el uso de tapabocas convencionales a las personas que se vean en la obligación de salir en la cuarentena. En el caso de los profesionales de la salud, es necesario usar los tapabocas N95, lo cual su protección es mucho más potente.

No es pertinente comprar los N95 porque no son muy comercializados y se le debe tener prioridad a los médicos y enfermeras que se enfrentan a los pacientes infectados. “Es recomendable las mascaras quirúrgicas, las telas normales no protegen como debería ser”, indicó Jorge Augusto Miranda, médico egresado de la Universidad Nacional de Colombia.