El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la creación de un nuevo sistema de adjudicación de divisas que permita aceptar remesas del exterior y sustituya al actual Dicom, que no vende dólares a entidades privadas desde agosto debido a las sanciones financieras estadounidenses, según el Gobierno.

“Ha llegado el momento de reactivar un nuevo Dicom, que permita inclusive darle la bienvenida y aceptar las remesas internacionales de aquellos venezolanos que viven en el exterior y que están enviando remesas crecientes a sus familiares en Venezuela”, dijo Maduro al término de un consejo de ministros.

El presidente pidió a su Ejecutivo que “procedan a presentarle al Banco Central de Venezuela (este lunes) a primera hora el nuevo sistema Dicom” que tendrá “mecanismos de participación directa de todas las empresas privadas del país”.

“Tiene grandes ventajas, para regularizar su estado contable, muy importante, para contribuir con el país”, dijo el líder chavista sobre esta actualización.

El Estado venezolano tiene desde 2003 el monopolio de la adjudicación de divisas, que vende a particulares a distintos tipos de cambio, todos protegidos respecto al precio del dólar en el mercado libre, declarado ilegal por el Gobierno.

Maduro pidió “flexibilizar algunos pasos” en el sistema, sin que diera más detalles sobre la orden.

Estos tipos de cambio diferentes y protegidos son señalados por algunos observadores como una gran fuente de corrupción, ya que permite a quienes pueden comprar dólares a las tasas más bajas revenderlos en el mercado paralelo con grandes ganancias.

Maduro anunció en septiembre que dejaría de adjudicar dólares en las subastas de divisas del Estado y que sustituiría la moneda estadounidense por yuanes, rublos, rupias y otras monedas extranjeras.

La medida no se ha concretado hasta el momento y el Banco Central no ha adjudicado más divisas a particulares -ni dólares, como venía haciendo, ni otras monedas- desde que Maduro hiciera el anuncio.

La falta de adjudicación de divisas ha agravado la escasez de algunos productos y ha disparado los precios de otros, que deben importarse con dólares adquiridos en el mercado paralelo ante la falta de oferta de dólares del Estado.