No es tan común oír de cultivos de uchuva y gulupa en los municipios de Norte de Santander donde sus principales actividades agrícolas se concentran en la cosecha de arroz, café, caña de azúcar, plátano y cacao característicos de los climas cálidos y templados.

Sin embargo, las tierras frías de algunos municipios como Cácota son testigo de la gran productividad de los frutales y variedades exóticas que en el mercado exterior son apetecidas como la uchuva y la gulupa.

Fue así como nació la Asociación de Hortifruticultores de Cácota (Asofrutas) que desde hace más de 4 años trabaja en asociatividad para comercializar a nivel internacional las frutas que se producen en la zona.

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Jesús Eduardo Araque Jaimes, representante legal de Asofrutas, explicó que la idea de exportar surgió por las grandes cosechas que se tenían de uchuva y la necesidad de no dejar que se dañaran o descompusieran. 

Cuando se conformó Asofrutas, se asociaron más de 20 familias productoras a través de una alianza productiva.

“El proceso inició con una alianza productiva de la asociación de frutas, allí encontramos una comercializadora  de Cundinamarca y empezamos a trabajar con ellos”, explicó.

Al inicio vendían alrededor de 800 canastillas y en vista de que tuvieron éxito con esos primeros volúmenes y encontraron buenos precios, incluyeron la gulupa.

Según Araque, cultivar uchuva no tiene tantos requisitos y cuidados como la gulupa; por eso, hoy sigue siendo el producto que exportan en mayor cantidad.

Hoy, los productores envía hasta 12 toneladas de uchuva y 6 toneladas de gulupa mensuales, además, están trabajando para incluir dentro de su oferta la granadilla.

Lo difícil de exportar

A pesar de que Asofrutas ha recibido buen pago por cada kilo, no han sido ajenos a los vaivenes del mercado.

En primer lugar, el hecho de no contar con una comercializadora en el departamento ha obligado a pagar precios de transporte de la fruta y no tener las mismas ganancias

“Desafortunadamente nosotros en la región no tenemos empresa y nos toca ir a Cundinamarca y a Antioquia a buscar las grandes comercializadoras”, explicó Araque.

Después de encontrar una comercializadora en Cundinamarca y trabajar por largo tiempo a través de ella, descubrieron que no todo el volumen que estaban transportando desde Norte de Santander era enviado al exterior.

El desconocimiento por ser nuevos en el negocio, les significó grandes pérdidas, pues en ese momento no sabían que para llegar al mercado de otros países se requería una clasificación minuciosa de la fruta.

Por eso, luego de enviar sus primeros pedidos a Cundinamarca, fueron informados de que solo el 40% había sido seleccionado para Estados Unidos y Alemania, y más de la mitad tenía que venderse en el mercado nacional.

Los precios, por lo tanto, no iban a ser los mismos. Un kilo de uchuva vendido al exterior cuesta alrededor de $4.000 mientras que en Colombia se tiene que vender entre $800 y $1.000.

Además, si se tiene en cuenta que transportar cada kilo le cuesta a los productores $600, las pérdidas se hacen más notables.

Hoy, Araque y Asofrutas tienen más experiencia en el negocio exportador y antes de enviar sus productos hacen una preselección para evitar grandes pérdidas.

Han pasado por dos comercializadoras y ahora están trabajando con Novacampo, empresa que tiene la intención de ayudarles con la instalación de una sede en Cácota.

Para exportar, los productores deben contar con un registro del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y la certificación en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) que, entre otras cosas, les da mayor valor agregado.

Uchuva vs gulupa

Las diferencias entre la uchuva y la gulupa van más allá del color y el tamaño, y así como es más sencillo desarrollar el cultivo de uchuva, así mismo esta fruta es mejor recibida por los clientes internacionales, especialmente ,estadounidenses.

Sin embargo, las dos frutas consideradas exóticas, una amarilla y la otra morada, cultivadas en el campo nortesantandereano se están tomando los mercados de Holanda, el Reino Unido, Alemania y Estados Unidos por su valor nutricional.

Hoy en día, Asofrutas es parte de la alianza estratégica para las Organizaciones hortifurtícolas de Norte de Santander, apoyada por Asohofrucol y la agencia de Cooperación alemana GIZ.