Empresarios y trabajadores, con el Ministerio de Trabajo como mediador y juez, iniciaron ayer su batalla por el incremento al salario mínimo de los colombianos para 2017.

La negociación, cada vez más dura y que en los últimos años no ha logrado terminar con  un apretón de mano entre las partes, obligando al Gobierno a tomar la decisión por decreto, se desarrolla en un ambiente ensombrecido por la reforma tributaria y la firma del acuerdo de paz.

Como en cada primer round, los contrincantes se vieron las caras, analizaron a su rival y mostraron las cartas con las que darán la pelea.

Por el lado de los empresarios, la apuesta es de máximo 6,5% de aumento, lo que llevaría el sueldo mínimo a $734.268, cerca de  $44.814 más del salario actual, que es de $689.454.

En la otra esquina, la de los trabajadores, representados por las centrales obreras, la propuesta es subir el sueldo máximo un 14%, que significaría pasar la remuneración mínimo a $785.977, además del aumento que debería tener el auxilio de transporte.

Sin embargo, aunque los rivales ya están cara a cara, aún quedan varios días para que se sepa si llegan a un acuerdo o si, por el contrario, el Gobierno debe ejercer su autoridad y tomar una decisión. Según el cronograma, el 15 de diciembre es la primera fecha establecida para saber si el tridente: empresa-trabajadores-Gobierno logra algún acuerdo y el 30 es la fecha límite  para que el Estado emita el decreto del aumento.

Las alternativas 

Aunque la discusión apenas comienza y esta semana cada una de las partes defenderá su propuesta con argumentos, ya se escuchan voces a favor y en contra de ellas. 

En esta dinámica, Luis Fernando Mejía, subdirector sectorial del Departamento Nacional de Planeación, explicó que la propuesta del 14% generaría mayor informalidad laboral en los departamentos con menor productividad. 

Mientras que Fabio Arias, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) dijo que el aumento este año debe ser importante para compensar el que no se dio en 2015 y para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores.

*Con información de Colprensa