Una de las discusiones que más impactará el bolsillo el próximo año tendrá lugar con ambas partes golpeadas. Se trata de la del salario mínimo, en la que se sientan representantes de los empresarios y de los trabajadores a decidir cuánto debe ser el aumento, teniendo en cuenta factores como el alza de los precios. Sin embargo, la pandemia plantea un nuevo escenario.

Del lado de los sindicatos, ya se confirmó que se va a pasar una propuesta conjunta entre las diferentes centrales, como la Confederación General del Trabajo (CGT), la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT) y la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode).

Lo que explicó Diógenes Orjuela, presidente de la CUT, es que “consideramos fundamental meterle plata al bolsillo de los colombianos y una de las formas es aumentando el salario mínimo, con el propósito de facilitar la reactivación económica”.

Orjuela agregó que “vamos a plantear un porcentaje de aumento, que aún está en discusión, pero que tiene la convicción de que debe haber un alza mayor que la que se ha propuesto en los últimos dos años”. El representante sindical destacó la disminución en el gasto de los hogares como uno de los motivos por los que hay que dar un buen mínimo para la recuperación económica.

Recordemos que esta mitad ha puesto sobre la mesa peticiones de incrementos de entre 10 % y 12 % en los años anteriores. Tomando ese segundo porcentaje como base, el mínimo subiría 73.150 pesos, con lo que llegaría a 950.952 pesos, sin contar con otras responsabilidades como el subsidio de transporte, el cual actualmente se encuentra en 102.853 pesos.

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Entre los datos clave, sobre los que se centrará la discusión, estará el desempleo y el alza de los precios. El primer indicador ha visto cifras históricas en el año, con lo que en septiembre se estableció en 15,8 %. Por su parte, la inflación ha vivido un 2020 atípico, con lo que se ha visto un alza de los precios de 1,97 % en doce meses a septiembre.

Según Iván Jaramillo, investigador del observatorio laboral de la Universidad del Rosario, la presencia sindical en Colombia es de 4,6 %, con lo que la calificó como una muy baja para ejercer una presión suficiente para que este piso mejore en una mayor medida. Aludió a que el modelo sindical no es sectorial sino empresarial en la mayoría de casos.

Del lado de los empresarios, en la mesa de discusión normalmente se sientan representantes de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) o de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), entre otros actores, los cuales llegan en un contexto retador.

No obstante, días atrás, en entrevista, Rosmery Quintero, presidenta de Acopi, manifestó que “este ha sido un año muy difícil y por tanto no hay mucho ánimo de llegar a la mesa de concertación. Sin embargo, estamos esperando que se instale para hacer las propuestas del sector empresarial”. Esta semana se espera que se revelen las primeras impresiones desde el empresariado.