Pese a que productos como el petróleo y el carbón siguen siendo apetecidos en China, la gran oportunidad que ve este gran mercado es en los productos agrícolas. Es más, en el primer trimestre de este año, estos artículos representaron 16,2% del total de importaciones de la región.

Así lo dio a conocer el representante del gobierno chino para América Latina y el Caribe, Yin Hengmin, durante un panel del Foro Económico Mundial.

Dijo que en general, el gigante asiático ve tres tendencias comerciales con la región. Primero, el comercio tradicional, pues “a pesar de sus dificultades va a seguir siendo un factor importante por la complementariedad de las dos economías”.

El segundo punto son los productos agrícolas. Este es un “nuevo punto de crecimiento, pues tenemos una demanda enorme. Soya, café colombiano, carne, vino, frutas y mariscos llegan a China”, señaló Hengmin, que agregó que las importaciones de este sector se incrementaron 28,5% en el primer trimestre del año. Finalmente, dijo que los productos de valor agregado también tienen un espacio, “esta es un área en la que podemos trabajar juntos”.

Fabián Gil presidente de Dow en Latinoamérica, señaló que la crisis económica cogió a la región en un contexto diferente y además hay una renovación generacional para atender los nuevos retos de la economía global.

Añadió que hay temas urgentes que atender, como que en América Latina se botan 60 millones de toneladas de alimentos por año, y que hay problemas de infraestructura, y que por eso, lo fundamental es enfocarse en la tecnología.

“Ahí es donde entra en juego el comercio, y esas tecnologías que están en las cadenas de valor globales, deben llegar más rápido”, señaló Gil, quien agregó que las asociaciones público privadas para atender dichos problemas son una gran fuente de negocios para los próximos años.

Para María Claudia Lacouture, ministra de Comercio, Industria y Turismo, en el país aún hay muchos retos y el principal es que las pequeñas y medianas empresas se inserten al comercio internacional, incluyendo a China.

Bogotá | Colprensa