El trabajo de 13 caficultores de Norte de Santander por vender café con mejores estándares de calidad que hace unos años, fue premiado con bonificaciones del programa Microlotes de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.

El programa apuesta por los cafés únicos, excepcionales y exclusivos por sus características organolépticas (sabor, textura, olor, color o temperatura) y que tienen una oferta limitada porque provienen de pequeñas fincas.

Los productores de Labateca, Toledo, Ocaña y Chinácota que recibieron el beneficio económico se destacaron, también, por ser finalistas de las diferentes versiones del Incentivo Departamental ‘Saboreando el Café de mi Tierra’.

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Manuel Salvador Villamizar, caficultor de la finca La Esperanza (Labateca), dijo que esta es la segunda vez en la que participa del programa y en esta ocasión presentó dos microlotes que le dejaron una reliquidación de casi 13 millones de pesos.

Este incentivo se les otorgó a los cafeteros por vender sus cosechas a clientes internacionales: China Tea y Pact Coffee de Reino Unido.

Villamizar aseguró que para la recolecta de esta producción invirtió alrededor de 10 millones de pesos. 

El primer microlote fue de 1.270 kilos –entregado en diciembre de 2016– y el segundo de 1.680 kilos, en enero del 2017. 

Durante la entrega de reconocimientos, Alfredo Yáñez, presidente de la Junta Nacional de Cafeteros, invitó a los productores a mejorar los procesos para darle mayor calidad al grano, así como también trabajar en conjuntos.

“Yo siempre he dicho que en Norte de Santander no se conjuga el verbo asociarse y eso nos lleva a no luchar por el departamento”, dijo Yáñez.

Ante este problema, los productores recomendaron al comité de cafeteros departamental una orientación sobre el trabajo en equipo, pues este tema es muy común.

También solicitó más apoyo y seguimiento por parte de los extensionistas en temas como fertilización donde aún existentes falencias.