Estas últimas semanas han estado cargadas de señales mixtas, con un mercado laboral que sigue bajando la tasa de desempleo y unas exportaciones industriales que parecen estar empezando a sobresalir.

Sin embargo, mientras la industria sacó la cara, el sector petrolero siguió hundiendo las ventas externas del país, que afrontaron una caída de más de 30%. Por si fuera poco con esas malas nuevas, el Banco de la República redujo su previsión de crecimiento y dijo que este año no prevé cumplir con la meta de inflación.

El mejor de los indicadores, sin duda, es el de la tasa de desempleo, que en junio cayó a 8,2%, la más baja para ese mes desde que el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) publica los datos mensualmente.

Al respecto, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo que “las buenas noticias del mercado laboral llegan a todos los rincones del país. Para el trimestre móvil que finalizó en junio pasado, el desempleo cayó en 12 de las 23 ciudades que sigue el Dane, y en ocho de ellas la tasa de desempleo registró niveles a un solo dígito”.

Otra de las cifras buenas, de acuerdo con el director de finanzas y comercio exterior de La Salle, Marcel Hofstetter, es que las exportaciones industriales hayan aumentado 11% en junio.

A pesar de los buenos datos del lado de la industria, las exportaciones totales siguen en caída libre, y en el sexto mes del año se desplomaron 31%.

Para el rector de la Universidad del Rosario, José Manuel Restrepo, aunque empezaron a crecer las exportaciones de manufacturas, aún el país se está viendo demasiado afectado por la caída de los precios del petróleo.