La producción de cerdos, ovejas y cabros en Norte de Santander ha venido perdiendo terreno y se siente inconexa, como a una cadena a la que le faltan eslabones. 

A pesar de que el ciclo de cría y posterior comercialización se lleva a cabo en muchos municipios, decenas de productores han abandonado el negocio por la carencia de una planta de beneficio para las llamadas especies menores.

La falta de este frigorífico ha hecho que más allá del gran potencial que tiene la actividad, todavía la carne de estas especies no pueda llegar a otras partes del país, ni ser reconocida a nivel nacional por su calidad.

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Aunque por más de seis años los productores han pedido a gritos la construcción de un centro de desposte, sus llamados no han tenido eco.

Hoy, se enfrentan a dos problemas fundamentales: la competencia de ventas con carne de contrabando y la falta de garantía de procedencia de la carne para vender al centro del país.

Por eso, hace unas semanas, se reunieron con el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, para solicitar apoyo en este proyecto.

Desde la Secretaría de Desarrollo Económico departamental se manifestó la intención de dar continuidad a esta iniciativa, siempre y cuando los productores planteen una propuesta detallada.

Friogan, una de las dos plantas autorizadas para Cúcuta y su área metropolitana, se comprometió a hacer la inversión del centro, planteada como una extensión, si los productores cumplen con un mínimo de 300 animales para sacrificar al día, en el caso de porcinos.

“Nos interesa y nosotros invertimos siempre y cuando se garantice el mínimo de animales”, dijo Diego Bello, director administrativo y financiero de Friogan.

Porcicultores salen del negocio

Luis Lima, director de la Cooperativa de Porcicultores de Norte de Santander (Coporcinor), explicó que, por ahora, el sector tiene una capacidad  de sacrificar entre 150 y 200 animales, incluyendo solo a la producción del área metropolitana, quienes actualmente se ven más afectados.

Una vez construido el frigorífico, podría también ser aprovechado por los municipios ubicados a máximo una hora y media de Cúcuta.

“La idea es que estos municipios tengan sus propios centros de acopio en pie y puedan enviar los animales para que sean despostados en el área metropolitana”, señaló.

Según Lima, la carencia de este espacio ha sido una de las grandes fallas para darles un beneficio de calidad a estos animales.

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“Lo más importante es que podamos garantizar la eficiencia y la procedencia de la carne de Norte de Santander para vender también a otras partes del país”, dijo.

Además señaló que este ha sido uno de los detonantes para que cerca del 80 % de los pequeños y medianos porcicultores se hayan salido del negocio.

A pesar de que el precio ha mejorado, tras controles frente a la carne de contrabando, los productores no ven rentable una gran producción.

Lima explicó que hace unos años habían 1.800 productores de porcinos y hoy quedan cerca del 20%.

En cuanto a Coporcinor, solo son 28 los asociados.

“Este espacio va a servir para incentivar al productor local y garantizarle su producción”, señaló.

Además señaló la necesidad de que la Secretaría de Desarrollo Económico haga el seguimiento para tener estadísticas reales de cuántas especies de porcinos se pueden sacrificar al día.

Especies que mejoran

Mario Silva, director de la Asociación de ovinocultores y capricultores de Norte de Santander (Asovican), explicó que el gremio se constituyó hace cerca de 6 años buscando rescatar la cultura ovina y la explotación y rotación de este mercado.

“También pensamos en el mercado venezolano como una oportunidad”, señaló.

Según Silva, aunque la asociación ha pasado por varios momentos, hoy está conformada por 21 personas que tienen criaderos en Chinácota, Toledo, Bochalema, Sardinata, Cúcuta, Villa del Rosario y Los Patios.

Frente a la construcción del centro de beneficio, Silva señaló que Norte de Santander es de los pocos departamentos que no cuentan con este espacio, lo que le ha restado competitividad al sector.

La región cuenta con cerca de 6.700 vientres ovinos, que desde Asovican, los productores han venido fortaleciendo para mejorar las razas y su calidad.

Sin embargo, según Silva, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) tampoco cuenta con cifras actualizadas y no hay estudios recientes sobre estas especies.

“Hoy usted le habla a una persona de un chivo y cree que es lo mismo que una cabra”, agregó.

Además, señaló que la asociación ha traído expertos y embriones de países como México y Brasil por su calidad.

Para que un productor pueda pertenecer a Asovican, Silva señaló que debe tener como mínimo 20 animales y estar registrados en el ICA.

“Lo primero que debemos garantizar desde el gremio es la legalidad”, dijo.

El consumo pércápita

El consumo de carne de cordero está alrededor de 400 gramos pér cápita en Colombia. 

Según Asoovinos, es bajo pero tiene posibilidad de aumentar porque hay un trabajo muy importante de las comercializadoras y la participación en eventos ha hecho que la gente conozca cuales son sus beneficios gradualmente.

En el caso de la carne de cerdo, en los últimos cinco años el consumo creció 56 %, pasando de 6,01 kilos por persona, hasta 9,4 kilos.

En ese sentido, el cerdo ya representa la mitad del consumo de carne de res, que en 2017 fue de 18,1 kilos por cada habitante.