Ecopetrol se vio obligado a suspender operaciones en la planta de gas Sardinata y Campo Tibú por las difíciles condiciones de seguridad para sus trabajadores en la zona.

Desde el cierre (27 de julio) se han cumplido 32 días en los que se suspendieron las actividades en 76 pozos productores y 61 inyectores de crudo.

A corte de 23 de agosto, se registraron 1.135 delitos contra la infraestructura del Campo Tibú, más de 830 corresponden a la instalación de válvulas ilícitas para el robo de hidrocarburos.

Ecopetrol indicó en un comunicado que más de 4.560 metros cuadrados de suelos y agua en la zona han sido afectados por derrames de crudo como consecuencia de este delito.

Los pozos parados han dejado de producir 2.000 barriles diarios de petróleo y la planta de gas Sardinata un millón de pies cúbicos diarios. El Campo Tibú ha dejado de producir 73.450 barriles de hidrocarburos, por un valor de $12.400 millones.

Hacia la fecha se han suspendido 34 contratos que afecta a 431 personas, de las cuales 375 son de la región.

Por otra parte, también se ven afectados alrededor de 64 proveedores locales que facturan cerca de $1.200 millones mensuales.

Ecopetrol trabaja en equipo con las instituciones locales para garantizar que las operaciones se puedan reiniciar.

Finalmente, desde la compañía no se pronunciaron sobre el anuncio del rearme de algunos líderes de la guerrilla de las Farc.