La cotización del dólar en Colombia no ha logrado estabilizarse durante este 2017. Factores de la economía internacional y local han hecho que cada dólar se cotice en el país entre $1.851 y $3.071.

Varios son los aspectos que inciden en el comportamiento del dólar frente al peso, pero quizá el más importante es el petróleo, cuya cotización en los mercados internacionales es inversamente proporcional al comportamiento monetario. Por ejemplo, cuando el petróleo ya sea de referencia WTI o Brent sube su valor en el mercado, lo más normal es que el dólar baje su apreciación.

Este año, y sobre todo durante los últimos días, sucedió algo importante en este caso. Los grandes refrentes del mercado petrolero (Rusia, Arabia Saudita e Irak) manifestaron su interés de apoyar la iniciativa de los países exportadores de crudo representados en la Opep, de extender el pacto que hicieron hace un par de meses sobre el recorte a la producción de petróleo para aumentar los precios del combustible.

Dicha realidad explicaría parte de lo que ha sucedido esta semana, en donde los precios del crudo han subido levemente, mientras la cotización del dólar se ha vuelto a ubicar por debajo de los $2.900.

Sebastián Salgado, director económico de la Asociación de Comisionistas de Bolsa de Colombia (Asobolsas), explica que en el mediano plazo, es decir, en unos cuatro meses, el dólar se cotizará por encima de los $3.000; las razones son varias.

Junto al petróleo hay otro indicador que puede ejercer presión sobre la economía colombiana y aumentar la devaluación. Las próximas reuniones de la Reserva Federal Estados Unidos (Fed), a mitad de año, podrían elevar una vez más las tasas de interés; y según lo previsto, pasaría un par de veces.

“Este cúmulo de situaciones ponen de nuevo al país ad portas de otra presión inflacionaria, para la que no se sabe si estamos preparados”, agregó Salgado. 

Y es que a pesar de que el Gobierno Nacional y más exactamente el Banco de la República ha venido bajando las tasas de interés para bajar el índice de costo de vida y tomando decisiones para garantizar el crecimiento de la economía, los resultados no son los mejores.

“Una muestra de ello fue la alerta que lanzó la calificadora internacional Moody’s de rebajar a negativo la calificación de la deuda crediticia del país, evidenciando la falta de credibilidad del mercado internacional en las políticas monetarias del Gobierno y poniendo en riesgo la llegada de inversión”, aseguró Salgado, previendo además que las otras calificadoras también estarían en la misma línea.

A esto hay que agregarle que al final del año el crecimiento estaría por debajo del 2%.