Una agua de panela con queso, leche o café, es el mejor desayuno de muchos colombianos. La panela, materia prima para preparar esta bebida, es la fuente de trabajo de 350.000 familias productoras que se dedican a cultivar y exprimir la caña para procesar el producto en el país.

Eugenio Vargas es uno de los pequeños productores de Norte de Santander que hace parte de este importante gremio productivo y que ve como la falta de recursos para ajustarse a la reglamentación vigente, pone en riesgo su actividad.

En 2011 venció el plazo para que los paneleros del país adecuaran sus trapiches a los parámetros de la reglamentación 779 de 2006.

Hoy, 10 años después, no hay certeza de cuántos de los 700 trapiches del departamento ya tienen el aval sanitario del Invima para la producción de este dulce típico de la cocina colombiana.

A nivel nacional el 88% de los productores de panela tienen menos de cinco hectáreas y en el departamento, el índice es muy cercano, de acuerdo a las estadísticas de la Federación Nacional de Productores de Panela (Fedepanela). El problema es que al ser pequeños productores, es muy difícil que tengan los recursos para habilitar los centros de producción .

Vargas, por ejemplo, que tiene dos hectáreas de caña sembradas en Bucarasica, dijo que “está muy bien eso de mejorar el trapiche, lo jodido es que no hay plata”.

La resolución exige invertir en infraestructura, separando los procesos, construyendo algunos cuartos,  todo con el único objetivo de tener una producción más limpia. “Tendríamos que vender la finca pa arreglarlo”, aseguró Vargas, al tiempo que afirmó que, por ejemplo, en su caso, el molino es tirado por un caballo, algo que está prohibido por la 779 y que  refleja lo artesanal de la producción.

Atendiendo esta problemática la Gobernación de Norte de Santander, a través de la Secretaría de desarrollo Económico, implementa  un proyecto que busca beneficiar 53 producciones paneleras, pero aún falta mucho trabajo en el sector.

Ayer, en una reunión entre productores de Norte de Santander y entidades del Estado, el gerente nacional de Fedepanela, Carlos Mayorga, indicó que la asociatividad entre los pequeños productores y el trabajo desde la agremiación es fundamental para lograr el desarrollo requerido.

Durante el encuentro, en donde se buscaba establecer los lineamientos para el trabajo de 2017, Julio Enrique Pérez Díaz, secretario de Desarrollo Social de Cucutilla, acotó que la construcción de trapiches comunitarios y el apoyo de las entidades del Estado es fundamental para los pequeños productores.