La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, instó a la región a “transitar de la cultura de privilegios a la cultura de la igualdad” y propuso una nueva senda frente a la probada “ineficiencia e insostenibilidad” de la desigualdad social.

“La Cepal ha posicionado la igualdad como valor fundamental del desarrollo y como un principio ético irreductible (...). La desigualdad es injusta, ineficiente e insostenible. No solo es inaceptable desde lo social, desde el punto de vista económico es poco viable para el futuro”, insistió Bárcena.

En su discurso de apertura del 37 Periodo de Sesiones de la Cepal en La Habana, la economista subrayó que la inequidad social es improductiva porque “premia o castiga la pertenencia de clase, etnia o género, y genera una cultura del privilegio que refuerza estas desigualdades”.

“Es doloroso decirlo. Nuestra región (Latinoamérica y el Caribe), sin ser la más pobre del mundo y con recientes avances, sigue siendo la más desigual. Toda nuestra singular riqueza en recursos naturales y capacidades humanas sigue sin traducirse en una vida más digna para todos sus habitantes”, aseveró.

Esta discriminación “cierra oportunidades y representa la pérdida de las trayectorias de aprendizaje que favorecen la productividad”, especialmente la de las mujeres de la región, donde un tercio de la población femenina “no logra generar ingresos y son económicamente dependientes”.

“Proponemos una senda para transitar de la cultura de los privilegios a la cultura de la igualdad”, ofreció la secretaria ejecutiva de la CEPAL, que celebrará siete décadas de trabajo durante esta reunión bienal, considerada el foro más importante del organismo regional de las Naciones Unidas.

Las nuevas proyecciones incluyen un “incremento del gasto social y de la inversión publica”, esta última la “variable mas castigada cuando hay un tema de consolidación fiscal”.

Mencionó la gran brecha de crecimiento existente entre Asia y Latinoamérica “muy ligada a la inversión y la innovación”, que se refleja en el 20% en inversión en la región latinoamericana frente al entre 30% y 40% en Asia Oriental.

Agregó que se necesitan “lecturas precisas” del contexto actual de la región, donde existe “una mejor perspectiva de desarrollo global y una mejor sincronía con más de 140 países creciendo a la vez”, que conviven con “preocupantes contingencias e incertidumbres”.

“Estamos alertas a confrontaciones comerciales entre los principales actores económicos globales y vemos con inquietud el despliegue de una revolución tecnológica veloz a la cual nos cuesta mantener el paso y el ritmo, mientras dibuja amenazas potenciales para el futuro del trabajo”, remarcó.

Advirtió de que, aunque la Cepal proyecta para 2018 un crecimiento regional del 2,2% después de “un par de años de recesión”, la “tarea pendiente, que se debe cumplir es la integración regional”, clave para cumplir la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, entre ellos la eliminación de la pobreza.

Bárcena recordó que en la región vivían en 2017 más de 187 millones de personas pobres, de ellos 62 millones en la pobreza extrema, situación agravada por los recientes efectos del cambio climático, sobre todo en el Caribe.

“La histórica magnitud de los huracanes Irma y María subrayan la necesidad de actuar colectivamente. Los costos económicos del cambio climático en la región para el 2050 se situarán entre el 1,5 y el 5% del PIB regional. En algunas naciones caribeñas el cálculo alcanza cifras superiores al 100% del PIB”, adelantó.

La directiva de la Cepal llamó la atención sobre la “responsabilidad” de la actual generación, “quizá la primera que tiene mayor evidencia de los riesgos que enfrenta el mundo hoy” y “quizá la última que pueda resolverlos”

El problema de la globalización 

Por su parte, El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lamentó en Cuba que la globalización, que ha sacado a muchas personas de la pobreza, también haya aumentado la desigualdad en el mundo y generado inestabilidad social.

“El aumento de la desigualdad se ha convertido en el rostro de la globalización y ha generado descontento, intolerancia e inestabilidad social sobre todo entre nuestros jóvenes”, dijo Guterres durante el encuentro de la Cepal.

“Es verdad que la globalización ha reportado numerosos beneficios. Más personas han salido de la pobreza extrema que nunca (...), pero hay demasiadas personas que han quedado atrás”, agregó.

El jefe de la ONU recordó que “por más de una generación, los ingresos del 1% más rico del mundo han crecido a un ritmo 2 veces mayor que el 50% más pobre”.

Guterres resaltó que “el desempleo entre los jóvenes alcanza niveles alarmantes, con trágica repercusión” en su bienestar, “en las posibilidades de desarrollo de los países e incluso, en algunas partes del mundo, con impacto negativo en materia de seguridad”.

Resumen de agencias