El exigirle al transporte intermunicipal viajar con la mitad del aforo permitido, produjo quejas sobre el elevado aumento de los pasajes. Y es que, en muchos casos, doblan la cantidad que se pagaba antes de la pandemia. Además, los reclamos también van encaminados a los precios abusivos de los “arrastradores”, afuera del centro de transportes. 

Eduardo Patiño, jefe jurídico de la Central de Transporte, dijo que las razones del incremento obedecen a dos razones: el cupo, ellos deben cubrir los mismos costos (peajes, pagos de conductores, ACPM) con la mitad de los pasajeros. Segundo: la inversión en implementos de protocolos de bioseguridad (tapetes, termómetros, desinfección, planillas, tamizaje)”.

Rodolfo Ospino, ciudadano que viajó desde Cúcuta a Barranquilla esta semana, afirmó: “Yo pagué un 30% más de lo que valía antes, no fue muy exagerado, pero sí observé que hacia otras ciudades se subió más del doble la tarifa”. Antes de la pandemia, por ejemplo, un pasaje de Cúcuta a Santa Marta costaba entre 100 y 110 mil pesos, hoy, el precio mínimo es de 170.

Por otra parte, el Gerente de Coopmotilon, José Gelves, le comentó a La Opinión que ellos tienen las mismas tarifas desde antes de la cuarentena. “No subimos costos pensando en la comunidad y para no pelear con el transporte informal, porque no es rentable” apunta Gelves, quien además reiteró que la petición al Gobierno es de subir capacidad permitida a un 70 u 80%.

En cuanto a los “arrastradores”, Ricardo Villamizar, Director Territorial del Ministerio de Transporte en el Departamento, dijo que estas personas adquieren el pasaje a precio real y abusan del mismo para revenderlo; ellos acceden a las plataformas de compra y se aprovechan de los pasajeros.