Hace unos meses, la Federación Nacional de Palmicultores (Fedepalma) y el Gobierno Nacional anunciaron el incremento de la mezcla del biodiésel luego de muchos retrasos injustificados.

Sin embargo, después de la gestión realizada por el sector para aumentar la mezcla al 12 %, el incumplimiento de algunas plantas de biodiésel llevó a la suspensión de esta medida y a reducir al 10 % dicha combinación a partir diciembre.

Fedepalma advirtió que esta situación impactará sobre los volúmenes de ventas que se recortarán en 53.000 toneladas en el mercado doméstico, con una afectación en el ingreso de los palmeros del orden de los 11,5 millones de dólares.

Y como en un efecto dominó, las otras consecuencias negativas se reflejarán en el congelamiento del trámite para establecer la universalización de las cesiones del FEP Palmero, y en la pérdida de confianza y de credibilidad.

 El presidente de Fedepalma,  Jens Mesa, Explicó los problemas a los que se enfrenta el país por el aumento del biodiésel.

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Incertidumbre

Pero además, la incertidumbre en los actores del mercado no se hizo esperar, porque el incremento al 12 % (B12) se aplicó sin la gradualidad que permitiera ajustarse, coincidiendo con la tradicional baja estacional de la producción de palma del segundo semestre del año.

Durante la versión número 16 de la reunión Técnica Nacional de Palma de Aceite, Jens Mesa Dishington, presidente de Fedepalma, explicó que la resolución expedida por el Ministerio de Minas y Energía, en marzo de 2019, estableció una franja para el precio del biodiésel que no reflejó las condiciones del mercado y olvidó una realidad de los precios de los commodities, como lo es la  alta volatilidad de los mismos. 

En su momento, Fedepalma advirtió sobre la inconveniencia de la medida porque establece un precio “que no remunera adecuadamente este mercado”, lo que se constituye en un menor estímulo al abastecimiento. 

“Este es un asunto que definitivamente deben abordar los productores de biodiésel junto con el Gobierno, pues amerita una solución. Adicionalmente, se venían aplicando unos descuentos en el mercado del biodiésel que no corresponden a las reglas de juego establecidas en la reglamentación”, explicó Mesa.

La desinformación

Según el presidente del gremio, el sector privado tiene información fragmentada y no cuenta con un sistema ni con los protocolos suficientes para guiar oportunamente las medidas de la política de biocombustibles. 

Uno de los factores tiene que ver con el la posible violación a las normas de competencia. Según Fedepalma, para un mercado regulado como el de los biocombustibles, estas consideraciones deben ser distintas y el Gobierno debe asegurar una fluidez en la información.

Incluso, el sector palmero manifestó que el área sembrada es suficiente para abastecer una mezcla de B20.

“El país necesita que se dé importancia a la calidad del ambiente y a la salud de los ciudadanos con combustibles de calidad, y esto demanda estabilidad en la política de biodiesel”, agregó el dirigente gremial.

Prácticas comerciales 

Jens Mesa planteó que los  palmeros y el sector del biodiesel, deben ajustar las prácticas comerciales, empezando por suscribir contratos de largo plazo para la compra y venta del aceite.

“Esto no solo debería ocurrir con el segmento del biodiésel sino también de alimentos y otros usos industriales. Al mercado de exportación debería dirigirse solo el aceite que no tenga una demanda local clara”, agregó.

El líder gremial afirmó que se continuará haciendo una evaluación completa del programa de biodiésel, para que “podamos tener mayor certeza de que seguirá funcionando y evolucionando adecuadamente”.