A solo cinco días de ser ministro de Agricultura, Juan Guillermo Zuluaga debe enfrentar un problema que ha venido avanzando durante los últimos cuatro meses: la crisis del sector arrocero, que hoy tiene a 90% de los productores del país concentrado en diferentes puntos del Casanare, Tolima, Huila, Norte de Santander, Meta y Magdalena Medio.

Y aunque la expectativa de los manifestantes, según Eudoro Álvarez, coordinador de Dignidad Arrocera, es solo mostrar su inconformidad y exigir el cumplimiento de los compromisos del Ministerio de Agricultura, aún no se sabe cuántos días más los productores seguirán bloqueando lugares como el Puente Saldaña en Tolima o las carreteras del Huila.

Zuluaga ya manifestó que está dispuesto a escuchar a los productores para llegar a un acuerdo. Por eso, sobre el primer punto que los aqueja (el incentivo para la comercialización de la cosecha) manifestó que aún están pendientes $18.000 millones para estos fines. Sin embargo, una de las peticiones de los arroceros es que se cumpla el monto prometido por el exministro, Aurelio Iragorri, de $60.000 millones solo para el incentivo.

Recordemos que el Ministerio destinó $17.000 millones para la compensación del precio por tonelada comercializada mediante una resolución que entró en vigencia a partir del 24 de agosto, fecha en la que ya había corrido más de un mes y medio de cosecha, y que coincidía con el pico más alto de producción. Según cifras estimadas por Fedearroz, tan solo en agosto se esperaban recolectar 694.073 toneladas del grano.

“Hace dos días fuimos a una reunión en Granada y nos encontramos con el ministro. Estamos pidiendo que se destinen los $60.000 millones presupuestados para resolver la cosecha anterior al 24 de agosto y la que resta en octubre”, aseguró Álvarez.

Aunque cabe destacar que previendo la movilización, el Ministerio adicionó $10.832 millones la semana pasada para cubrir con $50.000 más por tonelada a los productores de algunos departamentos clave.

Sin embargo, se necesitarían más recursos para aliviar las deudas. Rafael Hernández, gerente de Fedearroz, considera que “como la cosecha ya tocó su fin, las pérdidas ya se dieron”. Situación que se reflejará especialmente, en la cartera morosa de los agricultores.

Por eso, otra de las propuestas para solucionar la crisis es activar mecanismos para aliviar las deudas. “Uno de los grandes problemas son las deudas que tienen vencidas los productores. Hay unas viejas, y otras que se generarán este año”, afirmó Hernández.

“El Ministerio debería hacer más accesible el trámite para redimir los créditos”, afirmó Álvarez, ya que solo en el Meta hay 500 en condiciones de vencimiento, y para el productor podría ser un paso previo, para evitar millonarias condonaciones.

Se están buscando medidas para impedir el ingreso de arroz ecuatoriano, y se solicita disminuir la entrada de grano por subastas de Col – Rice, que solo ayer aprobó la entrada de 15.197 toneladas métricas de arroz. Importaciones que aumentan el volumen del grano impactando los precios.

El problema de la tabla de redescuento

A los problemas de la comercialización se suman las tablas de redescuento, mecanismo utilizado por las industrias molineras para evaluar la calidad del arroz que entra a procesamiento.

Los productores le piden al Gobierno un laboratorio certificado con el que puedan comparar los resultados emitidos por las empresas, dado que muchas veces no les pagan 20% de la producción entregada, alegando grano partido, impurezas o alto nivel de humedad. “El año pasado, los productores de Casanare perdieron $120.000 millones por este descuento”, dijo Eudoro Álvarez, coordinador de Dignidad Arrocera.