La Organización Internacional de Trabajo (OIT) entregó sus perspectivas para el empleo, desempleo, fuerza laboral y productiva de cara a 2020 y 2021. Esta entidad llamó la atención sobre la necesidad de mejorar en número de horas que trabajan las personas y aquellas a las que se les dificulta acceder a labores asalariadas, fenómenos que golpean a cerca de 500 millones de ciudadanos.

De acuerdo con la OIT, Colombia no se desmarcaría de esa problemática una vez termine 2020 (tampoco para 2021). Estimaciones del informe dan cuenta de que el país tendrá una tasa de desempleo más alta de la que reportó el Dane a noviembre del año pasado (2,3 millones): cerraría en 2,7 millones de personas sin empleo, cifra que se mantendría para 2021.

Y si bien Colombia no se aleja considerablemente de la perspectiva de 2,5 millones de promedio que dice la OIT, sí deja en entredicho lo que pueda ocurrir con los efectos de los alivios financieros para que las empresas sumen más personal durante este y el próximo año.

Urgen oportunidades

“Para millones de personas comunes es cada vez más difícil construir vidas mejores basadas en sus trabajos. La persistencia y la amplitud de la exclusión y de las desigualdades relacionadas con el trabajo les impiden encontrar un trabajo decente y forjarse un futuro mejor”, dijo Guy Ryder, director General de la OIT.

Testimonio en el que coincide Iván Jaramillo, miembro del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario. De acuerdo con el académico, el país está ante la necesidad de mejorar no sólo las oportunidades de empleabilidad con la formalización empresarial, sino en brindar condiciones más dignas.

“Mantener los derechos salariales y no salariales adquiridos es fundamental para que el ejercicio de los trabajadores colombianos no desmejore, y más bien la apertura de nuevas oportunidades laborales llegue desde otros frentes, como la inversión extranjera”, apuntó Jaramillo.

Por lo demás, añadió el informe de la OIT que el sector servicios será el que brinde más oportunidades en la economía nacional. De acuerdo con el documento, en 2020 serán 15,6 millones de personas empleadas en ese segmento: el dato se elevará levemente a 15,8 millones en 2021.

El pronóstico va en línea con el propósito del Gobierno de empezar a desmarcarse de las industrias más tradicionales. Ha dicho en ese sentido José Manuel Restrepo, ministro de Comercio, Industria y Turismo, que el sector servicios será fundamental para reactivar el empleo.

Así mismo, la agricultura seguirá teniendo protagonismo con tasas de empleabilidad que llegan a los cuatro millones de trabajos formales durante los próximos dos años, lo que representará un repunte cercano a los 300.000 nuevos puestos de trabajo.

Luces y sombras

Aumentar la mano de obra de las mujeres en nuevos sectores será uno de los retos primordiales del país. Las proyecciones de la OIT dan cuenta de que de los 15,6 millones de empleos que se generarán en servicios, 7,9 millones serán ocupados por mujeres.

Lo anterior sería un punto a favor para el país puesto que el informe recalca que “los mercados laborales contemporáneos también siguen caracterizándose por la desigualdad de género. En 2019, la tasa de participación de la mujer en la fuerza de trabajo era solo del 47 %, 27 puntos porcentuales por debajo de la tasa del hombre (74 %)”.

Sin embargo, la tasa de empleabilidad para las mujeres en sectores como el agro seguirán siendo bajas con respecto a la participación de los hombres. Del total en ese sector, las mujeres sólo alcanzarán a ser el 20 % de la participación, al ocupar unos 800.000 puestos de trabajo.

Finalmente recomendó la OIT una actualización de toda la cadena de producción de las economías en vía de desarrollo; la inversión en tecnología será clave: “La subutilización de la mano de obra o los empleos de baja calidad significan que nuestras economías están perdiendo los beneficios potenciales que representa el enorme caudal de talento humano”, explicó Stefan Kühn, autor principal del informe.