El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) reveló que en los seis meses de entrada en vigencia el decreto 1500 de 2007, ha cerrado de forma gradual 50 plantas de bovinos, 18 de porcinos y tres de aves, por no cumplir con los estándares sanitarios.

Además, 397 plantas solicitaron autorización sanitaria provisional, lo cual les permite seguir funcionando mientras terminan de implementar el Decreto 1500 de 2007, con el cual se busca que la carne obtenga los más altos estándares de calidad y seguridad para el consumo, durante el primer año, prorrogable por un año más.

Según explicó el Invima, de las plantas que quedarán funcionando en el país, 89 corresponden a plantas de autoconsumo local, las cuales se pueden favorecer del proyecto tipo de planta de beneficio diseñado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el cual describe los parámetros que requieren las plantas de beneficio para cumplir con el Decreto 1500, y les permite ahorrar costos y tiempos en la formulación del proyecto, así como acceder a dineros de regalías.

Además, señaló que la implementación de la nueva normativa sanitaria ha avanzado con la creación de líneas especiales de crédito del Banco Agrario, con tasas muy favorables; acompañamiento técnico del Invima durante el tiempo de implementación de la normatividad sanitaria en las plantas de beneficio y aumento de competitividad de los productos nacionales en diferentes mercados internacionales.

El director general del Invima, Javier Humberto Guzmán, dijo que “la nueva normatividad sanitaria que el país está implementando busca que las plantas mejoren su infraestructura, sus procesos y tecnología, principalmente en cuartos fríos, para que el producto salga refrigerado y acabar con la comercialización de la carne en caliente”.

El informe se conoce un día después de que el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie, calificara como “lamentable” un nuevo aplazamiento de la entrada en vigencia de este Decreto y señalara que el Invima le está abriendo la puerta a la informalidad y al abigeato con estos cierres, ya que son mataderos pequeños, alejados de los centros urbanos y donde no se superaba los cinco animales semanales.

“Al Gobierno le está pasando como el cuento del pastorcito mentiroso, que siempre anuncia que viene el lobo, todos se asustan y al final nunca llega. Yo no sé si algún día ese lobo se termine comiendo al Invima”, argumentó el dirigente gremial.

El presidente de Fedegán le recordó al Gobierno la importancia que tiene el Decreto 1500 para el sector pecuario y pidió que su aplicación se haga sin titubeos, pues de ella depende la salud de los consumidores, de paso permitiría ponerle freno al sacrificio clandestino y el abigeato, delitos que están disparados en el país.