El arranque de la reconstrucción de andenes por parte de la Alcaldía de Cúcuta, en la zona céntrica de la ciudad, recordó al gremio de la arcilla de Norte de Santander la casi nula participación que la han dado las administraciones municipales a sector industrial en las obras de espacio público.

Este jueves, comenzó la primera fase de la adecuación y unificación de los aceras de las 4 y 5, en el barrio La Playa, proyecto enmarcado en la continuación del Centro Comercial a Cielo Abierto y que tiene una inversión de 7.300 millones de pesos, recursos del impuesto de valorización.

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Jairo Yáñez, presidente de la Asociación de Industriales de la Arcilla de Norte de Santander (Induarcilla), se mostró indignado por “la falta de sentido de pertenencia y de reconocimiento del valor que tiene lo que producimos acá”, pues aseguró que los materiales usados en estos trabajos son traídos de Bogotá y otras ciudades.

“Desde hace más de 10 años se le viene diciendo a las administraciones municipales sobre la importancia de la priorización en el uso de los materiales fabricados en la región para andenes, plazas, calles y demás obras de espacio público, que hay que comprar lo nuestro”.

Yáñez señaló que se han hecho muy pocos trabajos con productos elaborados por los arcilleros locales y que han reflejado excelentes resultados, entre ellos la remodelación del parque Nacional y la rehabilitación de algunas calles de Quinta Oriental con adoquines.

El líder del sector resaltó que los materiales en arcilla son más económicos y resistentes. Además, el apoyo a la industria departamental genera empleo. Sostuvo que los materiales traídos desde Bogotá u otras ciudades valen hasta 10 veces más.

“Todo esto está soportado en un manual que le entregamos la industria ladrillera con Camacol y la Cámara de de Comercio al Concejo de Cúcuta, que está engavetado. Hay 60 fábricas que en este momento están trabajando a menos del 50% de su capacidad y que podrían, eventualmente, generar de 2 mil a 3 mil empleos de forma rápida, siempre y cuando se priorice el uso del adoquín para obras públicas”.

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Jairo Yáñez manifestó que el sector puede diseñar, en su forma y color, el tipo de adoquín que la administración requiera, así como los materiales especiales para el tránsito de invidentes y demás especificaciones. 

Resaltó que los adoquines de la avenida Cero de Cúcuta, fabricados en Norte de Santander, llevan muchísimos años y aún mantienen su buena calidad. También son de aquí los usados en la calle adyacente al parque Simón Bolívar de Colsag, obra ejecutada hace pocos meses, “ejemplos de que estos materiales son excelentes”.

“Hemos llevado la queja y en Planeación Municipal nadie contesta, nadie da una explicación. Hablé con el secretario de Infraestructura y dijo que eso era asunto de otro, o sea, se tiran la pelota y no hay respuesta”.

El presidente de Induarcilla recalcó que prácticamente la participación del gremio en las obras de espacio público de Cúcuta es “nada”, tomando en cuenta la capacidad de generación de trabajo, pese a tener la mejor arcilla del mundo.

“No podemos seguir siendo los últimos invitados, por el hecho de no prestarnos a los negocios sucios”, dijo molesto Jairo Yáñez.

La Opinión preguntó a Yonny Pascual Contreras, secretario de Infraestructura de Cúcuta, sobre la inquietud del líder industrial e indicó que las obras de espacio público no son de su competencia, sino de Planeación.

Se intentó conocer una respuesta del secretario Jorge Ómar Gandolfo, secretario de Planeación, pero no fue posible conversar con él, pues no respondió el celular.