El atípico 2020 puso a prueba la estabilidad financiera de cientos de empresas en todo el país y el mundo. Funpalcat, la fundación encargada de desarrollar las labores de responsabilidad social de la empresa nortesantandereana Palmicultores de Norte de Santander (Palnorte) S.A.S., rápidamente puso en marcha la estrategia para hacerle frente a los estragos de la pandemia.

Con uno de los pilares de su estructura organizacional como herramienta, la solidaridad, en lo primero que pensaron los líderes de la fundación fue en el bienestar de su entorno, vecinos y comunidades aledañas.

Mauricio Vargas Giraldo, gerente de Palnorte, relató que desde que se implementaron las restricciones en la planta extractora a raíz de la emergencia sanitaria, decidieron apoyar a las familias que se quedarían sin ingresos y  junto con los palmicultores, entregaron alrededor de 3.500 mercados a los hogares más vulnerables de la zona del Catatumbo así como 28.000 unidades de aceite de cocina a comunidades ubicadas en zonas relacionadas con las actividades económicas del área palmera de Cúcuta, El Zulia, Sardinata, Santiago, Tibú, Salazar, Puerto Santander, veredas aledañas a Campo Dos y algunas fueron donadas a la Gobernación de Norte de Santander.

Además, a través del Fondo de Solidaridad Palmero de Fedepalma, Palnorte y Funpalcat unieron esfuerzos con las extractoras Catatumbo y Oleonorte, algunas asociaciones de palma como Asopados y Palmiagro del Norte, otros palmicultores, compradores de aceite y la E.S.E. Regional Norte (Tibú) para adquirir una ambulancia que será entregada en los próximos días.

En la convocatoria del Premio al Mérito Empresarial Universidad Simón Bolívar en su edición especial 2020, Funpalcat se postuló en la categoría Mérito a la Solidaridad Empresarial en Tiempos de COVID-19. Fue uno de los ganadores, por segundo año consecutivo. “Este premio representa la satisfacción y la alegría de todas las personas que trabajamos a diario en la Fundación, en cabeza de Andrea Ortiz, su directora, y en Palnorte, sin ponernos límite para seguir mejorando la calidad de vida de nuestras comunidades”, comentó Vargas Giraldo.

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El gerente añadió que alrededor de 200 socios accionistas y aproximadamente 450 proveedores de fruta, siguen reactivándose e implementando los protocolos de bioseguridad, “el virus está latente y no queremos más víctimas. Ahora, ante las condiciones climáticas de la última semana, tenemos otro reto por superar, pero siempre enfocados: aunque es un momento difícil de la humanidad, todos tenemos que aportar y estar preparados para seguir apoyando a los palmicultores”.

Desde el 2016 Funpalcat viene desarrollando operaciones en la zona del Catatumbo en la que familias, madres cabeza de hogar, adultos mayores y niños en edad escolar han visto materializados los beneficios del fruto de la palma en proyectos sociales, educativos y comunitarios, pese a las difíciles condiciones de esta álgida zona del departamento.

“La sostenibilidad de las empresas se logrará si aprovechamos las oportunidades de cambio, pensando que el aporte social debe ser parte de nuestro negocio”, concluyó Vargas Giraldo.

 La fundación entregó 28.000 unidades de aceite de cocina y alrededor de 3.500 mercados fueron entregados en el Catatumbo.  / Foto Cortesía