Kristalina Georgieva, jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo que para luchar contra el cambio climático se requerirán mayores gravámenes a las emisiones de carbono.

La nueva jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, advirtió que las tensiones comerciales en el mundo están lastrando la salud de la economía, la cual va crecer a su ritmo más lento en una década.

Los estudios muestran que el impacto de los conflictos comerciales están provocando daños generalizados y que los países deben estar listos para responder con un aumento de la liquidez.

“En 2019, esperamos un crecimiento más lento en casi un 90 % del mundo. La economía global está en una desaceleración sincronizada”, dijo Georgieva.

La nueva directora del FMI advirtió que recortarán las previsiones de crecimiento para este año y para el próximo, que la entidad había estimado en una expansión de 3,2 % para 2019 y de 3,5 % para 2020.

Georgieva agregó que “el crecimiento del comercio global está en un punto muerto”.

Para la economía, el efecto acumulativo de los conflictos comerciales podría significar una pérdida de 700.000 millones de dólares en 2020, equivalentes a cerca del 0,8 % del PIB. Un monto que equivale al tamaño de toda la economía suiza.

Las tensiones también generan la pérdida de confianza y las reacciones de los mercados, que son mayores a los impactos directos de los aranceles. “El resultado es claro. Todos pierden con la guerra comercial”, advirtió Georgieva.

Incluso si el crecimiento resurge el próximo año, algunas de las fisuras que ya provocó el conflicto comercial podrían generar cambios que duren una generación, como los cambios en las cadenas de suministro.

La directora del FMI instó a los países con capacidad a que desplieguen un “cortafuego fiscal para proteger a la economía de un parón global”.

Georgieva pidió a países como Alemania, Holanda y Corea del Sur que aumenten el gasto en infraestructura, investigación y desarrollo para subir la demanda y el crecimiento potencial.