El arte y la tradición de Norte de Santander y del resto de Colombia se dio cita en el Hotel Colonial en Chinácota durante el fin de semana, en una feria que fue vitrina para que los nortesantadereanos disfrutarán de lo mejor de las artesanías de nuestro país.

En la primera edición de esta feria, las ventas totales alcanzaron los $70 millones, participaron 65 artesanos, de los cuales 50 eran del departamento y 15 de otras regiones.

Se estima que 10.000 visitantes disfrutaron durante los tres días de la muestra comercial, en el hotel también hubo presentaciones musicales y un desfile de autos clásicos y motocicletas.

A la par del evento, se desarrollo una agenda académica enfocada al turismo de aventuras y el ecoturismo. Las conferencias fueron dictadas por expertos internacionales de España y Francia.

El enlace departamental de Artesanías de Colombia, Carolina Ramírez, resaltó que el evento tuvo la participación de artesanos de 10 municipios del Norte de Santander y de la comunidad indígena Barí.

Del resto de Colombia se contó con la presencia de artesanos del Cesar, Córdoba, Risaralda, Quindío, Riohacha y Santander, y las comunidades indígenas wayú y embera.

“Vamos a pedirle a la Asamblea departamental que se institucionalice la feria, una edición anual, para que a través de una ordenanza el evento se establezca en Chinácota”, indicó Ramírez.

Presencia local

En Colombia no hay una medición exacta de cuantos ingresos generan las artesanías para el PIB del país. Sin embargo, un informe de Artesanías de Colombia reveló que durante 2018 los artesanos registrados lograron ingresos por un total de $26.974 millones, donde la principal fuente de ingresos son las ferias en las que participan.

En un informe se hizo una caracterización de la población artesana de Norte de Santander, allí se reveló que en el departamento hay 645 artesanos, en donde el 67 % son mujeres y el 87 % reside en la parte urbana de la región.

Any Granados lleva tres años trabajando en este sector, su producto es la filigrana tejida a mano y resaltó que en la feria hubo buenas ventas, además de que se construyeron relaciones comerciales con compradores del resto del país.

“Hemos concretado clientes para ventas al mayor, y ya logramos hacer nuestras dos primeras exportaciones hacia España y El Salvador”, dijo.

Por su parte, Esperanza Meneses, que es miembro de una familia de artesanos de Bochalema que, desde el 2006 trabajan el hueso y la pezuña de res, resaltó que el evento les permitió contactarse con dos diseñadores de interiores, uno de Bogotá y uno de Cúcuta.

Según Artesanías de Colombia, el 90% de los artesanos del Norte de Santander venden de forma directa, por eso las ferias permiten un encadenamiento del sector para fortalecer la comercialización tanto a nivel nacional como internacional.