La ganadería de Norte de Santander lleva más de tres años sin ver la luz al final del túnel por cuenta del contrabando de carne y ganado, que le ha costado a los productores problemas sanitarios y numerosas pérdidas económicas. 

De acuerdo con el gremio, el consumo de carne de res en el área metropolitana es de 350 animales al día, similar al presentado en otras ciudades como Bucaramanga donde la cifra llega a 500.

Sin embargo, de esas 350 cabezas de ganado, solo 70 se sacrifican en las plantas autorizadas, lo que indica que el resto proviene de Venezuela de manera ilegal.

Las más de 250 reses que al parecer entran de otros lugares equivalen a $500 millones que dejan de recibir los productores cada día.

Andrés Hoyos, representante de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegan) en Norte de Santander, dijo que aunque los ganaderos de la región vacunan el 100% del ganado, aún no pueden enviar ganado ni carne en canal al interior del país.

La medida se tomó desde julio de 2017, cuando en el departamento se detectó un brote de fiebre aftosa. 

“Es lamentable las situación en la que nos encontramos, nunca antes algún sector productivo de la economía regional había atravesado una crisis tan profunda por tan largo tiempo”, expresó.

Para mitigar la crisis, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural firmó un acuerdo en abril de ese año que establecía la entrega de 300 millones de pesos, para que los ganaderos más afectados alcanzaran a enviar sus reses a otros sitios del país, con mejores precios. 

Con estos recursos, los ganaderos podían enviar 2.500 reses (carne sin hueso y empacada al vacío) al mercado interno nacional por dos meses y medio, con un subsidio de 1.300 pesos por kilo.

Sin embargo, la meta no se cumplió y solo se vendió el equivalente a 1.200 animales gordos durante 4 meses.

El convenio se venció el pasado 6 de agosto y solo se gastaron la mitad de los recursos, según los productores.

“No tuvimos mucho éxito por varias razones, los comerciantes de la región trataron de ofrecer el ganado, pero no encontraron compradores, además el auxilio resultó poco atractivo, debía ser por lo menos del doble”, explicó Hoyos.

En junio de este año, los ganaderos de Norte de Santander tuvieron un respiro en los precios de sus reses gracias a que los sacrificios en los frigoríficos se empezaron a triplicar por cuenta del aumento sorpresivo en los precios de la carne de Venezuela.

Sin embargo, la alegría no duró más de 15 días y el contrabando se reactivó.

“En Venezuela la hiperinflación hace que el precio allí sea sustancialmente inferior al colombiano lo que hace atractivo traer carne o ganado en pie. Todo con la complicidad de las autoridades”, expresó Hoyos.

Aunque algunos productores pueden verse involucrados en ese delito, aclaró que desde el comité ganadero de Norte de Santander (Coganor) se ha insistido en que les caiga todo el peso de la ley.

Hoyos destacó que el precio al detal en Cúcuta es el más barato del país y ha permanecido estable.

Un kilogramo de carne se consigue alrededor de $12.000. El precio va desde $10.000 hasta  $15.000 dependiendo de la  categoría.

Todo esto sumado al precio al que los ganaderos  tienen que vender los terneros de levante, las pérdidas en este segmento les representan un 30%. 

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Controles 

Según cifras de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) en el departamento, entre enero y agosto de este año se incautaron 38 bovinos en pie, que representan $64 millones. 

Sin embargo, en febrero, marzo, abril y junio no hubo ninguna aprehensión de ganado en pie.

La institución informó que “debido a  los controles que se estaban adelantado los contrabandistas preferían sacrificar los animales en Venezuela y posteriormente ingresar la carne”.

En cuanto a incautaciones de carne despostada y en canal y derivados (piel, sebo y vísceras) la cifra registrada en lo corrido de 2017 supera los $967 mil millones.

Panorama nacional

De acuerdo con Fedegan, el consumo per cápita de carne de res el año pasado en Colombia fue 18,1 kilogramos, por lo que es la carne más consumida después de la de pollo (32,8 kilos por persona). Esto quiere decir que en el país se consumen unas 900.000 toneladas de esta proteína al año.

El ganadero César Echeverri explicó que en Venezuela la ganadería no tiene control y no se vacunan las reses. El ganado proveniente de ese país fue el que provocó la crisis por aftosa de hace un año. Es la hora y todavía hay regiones del país que no están libres de esta enfermedad”, y agregó que esto ha causado pérdidas para el sector porque se han cancelado ferias y se ha dejado de mover ganado.

La aftosa también afectó el comercio exterior, pues varios mercados internacionales vetaron la carne colombiana. Entre estos están países de Medio Oriente, que se cambiaron al mercado brasileño.