La industria textil y de las confecciones de Norte de Santander podría dejar de generar unos 2.000 empleos constantes durante 2018, producto de la crisis que los está afectado desde marzo de este año.

Normalmente, las empresas dedicadas a esta actividad contratan 12.000 personas o hasta 15.000 en sus picos de temporada, generando el 15,3% de las personas contratadas de Cúcuta y el área metropolitana. Sin sumar los talleres satélites o famiempresas, que subcontratan para apoyar la producción.

Nubia González, directora ejecutiva de la Corporación de Industriales de la Moda de Norte de Santander (Corpomoda), dijo que esta es la consecuencia inmediata de la desaceleración que ha tenido en el mercado, producto de factores nacionales y regionales.

Al igual que el resto de la industria del país, las empresas de este segmento productivo sufrieron este año la reducción en las ventas productos de la crisis económica que ha mermado la capacidad adquisitiva de los hogares y  el aumento del IVA del 16% al 19% establecido en la última reforma tributaria. “El problema es que los hogares están comprando menos prendas o no están comprando”, dijo González.

Esto, explicó la directiva, va acompañado por un fenómeno masivo de ingreso de productos asiáticos a muy bajo precio, que le han quitado el puesto a los productos colombianos en las grandes plataformas. 

Uno de los indicadores que permite medirla falta de competitividad de las confecciones nacionales frente a las extranjeras, es el costo de la mano de obra, que en el país de 800 dólares mensuales aproximadamente, mientras que en algunos mercados extranjeros llega apenas a 80 dólares.

Las diferencias, acompañadas de la carga arancelaria que es del 15% cuando el peso de la mercancía es superior a 10 kilos, están impulsando a los empresarios colombianos a importar y no producir, desacelerando así la industria nacional, explicó González.

El otro generador de la crisis para las empresas de Norte de Santander es la mora en el pago de los despachos que se hicieron desde 2016 a grandes compradores. El no pago de las facturas está impactando directamente la dinámica de contratación y ha generado más cautela en la entrega de los pedidos. 

Además, los empresarios se han visto en dificultades para cumplir con los compromisos bancarios, con el riesgo de ver deteriorada su calificación crediticia.

En Cúcuta y el área metropolitana hay 932 empresas registradas formalmente, la mayoría de ellas como personas naturales y el 64% se dedican a la producción de yines.