Lo más importante es soñar, pero no quedarse soñando”, este es el  lema de vida de Yansen Estupiñán, un cucuteño que con apenas estudios de bachillerato y la experiencia de haber trabajado en la seguridad de la Aeronáutica Civil, llegó a Bogotá buscando oportunidades laborales que en ese momento no le ofrecía su ciudad natal.

En 1998 pasó su hoja de vida al centro comercial El Gransan, considerado como uno de los mayores espacios del comercio de prendas de vestir al mayor y el detal.

La vacante que había en ese momento era para trabajar como supervisor del centro comercial, pues, además del bachillerato, solo había hecho algunos seminarios de seguridad.

Allí desarrolló estrategias para que los habitantes de calle de San Victorino no generaran pánico en los compradores que llegaban al establecimiento y su buen desempeño hizo que empezara a subir de cargo.

“Fue difícil, el hecho de la inseguridad, tener toda esa delincuencia detrás del centro comercial, pero eso no fue impedimento para ser hoy en día el emporio comercial que somos”, dijo.

El trabajo consistía en hablar con los líderes de los habitantes de calles, llevarles alimentos y recreación hasta el punto de convertirlos en aliados y no un problema para la zona.

De supervisor pasó a ser jefe de operaciones y en 2002 le ofrecieron el puesto de gerente general de El Gransan, pues la persona encargada se había ido en ese momento.

Sin pensarlo dos veces, Estupiñán aceptó convertirse en gerente, pero el reto empezaba a ser mayor. Tenía que estudiar una carrera universitaria al mismo tiempo que se encargaba de velar por todas las funciones de mercado y ventas de las marcas existentes en el centro comercial.

“Me preparé, estudié, sufrí, trasnoché, hasta lloré. No me quedaba tiempo por estar aprendiendo y hoy por hoy sé de todos los temas, hasta de contabilidad”, afirma Estupiñán.

Tuvo que postergar casi 10 años los estudios, pero hoy ya puede decir que es un profesional completo y no deja de aprender. 

El año pasado se graduó como abogado y auditor interno en los sistemas de calidad.

Actualmente está culminando una especialización en jurisprudencia constitucional en la Universidad del Rosario.

Nace el madrugón

Ubicado en la manzana 21 del barrio San Victorino, una histórica zona bogotana, confluye gran parte del comercio popular de la ciudad. 

En el corazón del centro de Bogotá, el negocio nació a principios de 1998 con el nombre de la ‘Súper Manzana Comercial’ y bajo la premisa de brindar más por menos.

El centro comercial se reestructuró y volvió a florecer de la mano de un grupo de comerciantes que sabían de comercio y que podían generar una mejor dinámica.

Según Estupiñán, hoy el centro comercial maneja 1.500 marcas de prendas de vestir, en su gran mayoría de yines y cerca de 702 empresarios.

El Gransan genera alrededor de 25.000 empleos directos y más de 50.000 indirectos.

Con gran alegría dijo que cinco marcas cucuteñas se vincularon recientemente para vender sus productos en Bogotá.

Además, contó que fue uno de los impulsores de una efectiva estrategia de mercadeo conocida como ‘El Madrugón’, una jornada de grandes descuentos que se hace  todos los miércoles y sábados a partir de las 4 de la mañana.

El icono del comercio popular comercial colombiano, atrae a compradores y vendedores mayoristas de zonas remotas a la capital como el Cauca, Norte de Santander, La Guajira y Medellín, además de compradores internacionales que llegan desde Bolivia, Perú y Ecuador, entre otros.

Reconocimientos

Jansen Estupiñán se ha reunido con las principales autoridades de Colombia a discutir temas de carácter nacional. Entre ellos el presidente Juan Manuel Santos y algunos de los ministros, quienes han resaltado su labor.

El batallón Guardia presidencial le otorgó una medalla como ‘reconocimiento de honor al mérito y a gran caballero’ entregada por el presidente Juan Manuel Santos. 

Por parte de la Policía Metropolitana de Bogotá recibió un reconocimiento gracias a sus aportes a la seguridad de la ciudad.

Además, la Policía Metropolitana del Meta y Cundinamarca le otorgaron un escudo por la labor social del centro comercial. 

El último reconocimiento que recibió fue la condecoración José Acevedo y Gómez, por parte del consejo de Bogotá, destacando la lucha contra la invasión China en el sector de San Victorino.

“Logré contrarrestar la invasión china y parar la ilegalidad que se venía manejando en comercio en materia de contrabando en ese sector”, explicó.