Los Planes Integrales para el Desarrollo Agropecuario y Rural (Pidar), que buscan atender las principales necesidades de la población rural, tuvieron prioridad en Norte de Santander, especialmente en el Catatumbo.

Esta es la hoja de ruta que seguirá el territorio durante los próximos 20 años en materia de desarrollo rural y contempla cinco proyectos de los cuales uno se encuentra en implementación y cuatro en evaluación.

Por el momento, la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), quien trabaja esta línea de cofinanciación, adelanta dos proyectos en Tibú por un valor superior a los $500 millones.

Juan Alberto Carrero, director técnico Territorial de la ADR para Norte de Santander y Santander, explicó que lo más importante de este tipo de proyectos es que la comunidad esté unida y sugiera las iniciativas.

Carrero explicó que el primero de los proyectos en ejecución ya se entregó. Se trató de un banco de maquinaria para beneficiar al sector ganadero en la mejora de las praderas.

Este contó con una inversión de $251,6 millones y benefició a 20 productores de la asociación Asoprogac.

En el banco de maquinaria, se entregaron herramientas como picapastos y cortamalezas.

El segundo proyecto, que está en ejecución, beneficiará a 46 productores de las asociaciones Asocadelcat, Asocommulcat y Asoprocap.

La apuesta es mejorar la calidad del cultivo de cacao en la zona y cumplir con las buenas prácticas agrícolas (BPA).

El costo del proyecto es de $252,7 millones, financiados por la ADR.

Hasta el momento se han entregado estudios de suelos, productos químicos, abonos, insumos y equipos para mejorar las producciones.

Según Carrero, se espera que este proyecto culmine en marzo, con la entrega de plántulas a los productores.

Con la comunidad Motilón Barí se estructuró un proyecto para mejorar el cultivo y comercialización de cacao. 

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Listos para aprobar

Los Pidar catalogados como ‘en evaluación’ son los que ya están completamente estructurados, pero no han sido aprobados por la entidad a nivel nacional.

“Estamos a la espera de la aprobación de estos proyectos, porque ya se cumplieron todos los requisitos a través de la Unidad Técnica Territorial”, explicó el director.

En este segmento se encuentran cuatro proyectos dirigidos a Convención, Ocaña, La Playa y San Calixto.

El primero de ellos es en Convención, para beneficiar a 59 agricultores que buscan fortalecer la producción de plátano dominico (hartón) y aguacate lorena con una inversión de $280 millones.

La más alta de las cofinanciaciones (por un valor de $715,2 millones) es para el centro de acopio de Ocaña en productos como frijol, mora, maracuyá, cítricos y aguacate.

Para el municipio La Playa se desarrollará un proyecto Pidar de frijol variedad Zaragoza, con una inversión de $459 millones.

Otra de las apuestas es la ganadería con doble propósito.

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En estructuración

Según Carrero, el banco de proyectos está constantemente renovándose y en el caso de los Pidar, el trabajo empezó desde 2017.

“No hay límites de proyectos, nosotros durante todo el año recibimos proyectos y los enviamos a Bogotá”, dijo.
Dentro de los que están en alistamiento o estructurándose se encuentra 5  concentrados en Tibú, La Gabarra, Hacarí, Sardinata y El Zulia.

En Tibú y La Gabarra se ejecutarán dos proyectos por $1.554 millones para beneficiarían 30 familias del resguardo motilón barí (Catalaura) con ganado doble propósito y 68 familias del resguardo (Ñatubaiyibarí) en cacao.

Los proyectos desarrollados por la entidad se articulan con los esfuerzos de la administración departamental y las municipales, y con las asociaciones de los productores en cada uno de los municipios.

“El objetivo de todo esto es mejorar la calidad de vida del sector rural”, dijo Carrero.

Generalmente en todos los proyectos, la ADR financia el 90% del valor de cada uno.

Cada una de las iniciativas de la comunidad debe cumplir con requisitos ambientales, jurídicos y naturales.