Los resultados del crecimiento del producto interno bruto (PIB) de Colombia, revelados ayer por el Dane, colmaron las expectativas de los analistas y de los organismos mundiales, pues el dato alcanzado (2,7 %) estuvo muy cerca de lo proyectado (2,8%). 

Incluso, el crecimiento fue superior en casi un punto porcentual frente a la cifra de 2017, cuando la producción de bienes y servicios fue de 1,8 %. Las actividades económicas que más contribuyeron a esta expansión fueron Administración pública y defensa, Comercio al por mayor y al menor, transporte, alojamiento y servicios de comida y Actividades profesionales, científicas y técnicas .

Se destaca la recuperación de la industria manufacturera, de -1,8 % en 2017 a 2,0 % en 2018, cuya dinámica fue impulsada por el consumo de bebidas y alimentos con ocasión del Mundial de Fútbol Rusia-2018, lo que aumentó la producción de bebidas alcohólicos, según informó en rueda de prensa el director del Dane, Juan Daniel Oviedo.

También sobresale el repunte de la construcción, al alcanzar un crecimiento de 0,3 % en 2018 y dejar atrás  -2,0 % de 2017. Las viviendas sociales y algunas obras civiles que estaban estancadas ayudaron a levantar este indicador.

La agricultura, por su parte, tuvo una contracción de 5,5 % en 2017 a 2,0 % en 2018, especialmente, por las dinámicas experimentadas por la importación de café pergamino y el exceso de oferta de arroz que se viene presentando desde 2017.

A pesar de que el PIB estuvo dentro de los esperado por el mercado,  la recuperación de la economía sigue siendo lenta y se espera un crecimiento de 3,0  % para 2019, según un análisis del BBVA.