La pandemia ha golpeado el bolsillo de los colombianos, e indicadores como el gasto de los hogares han disminuido. Por eso, más que nunca es importante saber que hacer con las deudas.

Según un informe de Raddar, los niveles de gasto por persona en Colombia, en el segundo trimestre de 2020, son cercanos a los de 2008.

“El gran aislamiento llevaría a una recesión económica, cercana a -2,4 % del PIB en 2020. Además, el consumo de hogares impulsará la recuperación de la economía colombiana, como ocurrió en la crisis financiera mundial y la caída del precio del petróleo de 2014-2016”, reseñaba el informe.

Ante la caída de la capacidad de gasto, es importante tener claro que deudas son buenas y malas para las finanzas personales.

Desde la consultora organizacional Trust Corporate, experta en temas financieros, explica la importancia de identificar las motivaciones al contraer una deuda, y recomiendan entender la finalidad que esta tendrá.

“Existen deudas buenas y otras malas, por lo que, para saber de qué tipo son, nos deberíamos preguntar: ¿qué valor agregado me va a dejar esta deuda? ¿ganaré dinero con ella? ¿qué beneficios me traerá si la asumo? y ¿tengo claro el destino que le voy a dar a estos fondos?”, explicó James Hernández, presidente y cofundador de Trust Corporate.

Según el experto, a la hora de asumir una deuda es necesario establecer muy bien el tipo de uso que se le va a dar, el esfuerzo que se necesita hacer para pagar las cuotas y los beneficios que se van a obtener al contraerla.

“Es importante darle a la deuda un verdadero propósito, no suponer que porque sea pequeña o por la urgencia que tenga, resulta conveniente asumirla”, indicó el ejecutivo.

Uno de los errores más comunes de las personas en el manejo de sus finanzas es contraer una deuda que luego de gastar este dinero conseguido, estos recursos no permiten resolver el problema que motivó esa primera decisión.

Por ejemplo, al adquirir un crédito para pagar otra deuda, y eso es algo así como “tapar un hueco con otro hueco’, explicó Hernández.

Deudas de inversión

La consultora recomienda que antes de asumir una deuda se debe hacer una clasificación, según la finalidad y la motivación del dinero para determinar su conveniencia.

Los expertos califican a las deudas buenas como de inversión. Hernández indicó que son aquellas que van a traer un beneficio a futuro y se revalorizan con el tiempo.

“Las deudas buenas funcionan porque siempre traen un beneficio. Mientras que las malas no van a generar ningún tipo de provecho en el futuro”, resaltó.

Algunos tipos de deudas de inversión son las enfocadas en el pago de estudios o la compra de una propiedad, que puede permitir dejar de pagar un arriendo o ser aprovechada para iniciar un negocio.

“La compra de un inmueble que te vaya funcionar como vivienda principal, porque estos son los tipos de inversiones que se revalorizan con el tiempo”.

Deudas de consumo

Los expertos internacionales afirman que la recuperación económica de los países del continente va a ser muy lenta, y el camino estará lleno de desigualdades, y del aumento del desempleo.

Por eso, las personas deben evitar las deudas malas o de consumo, porque no producen ningún tipo de provecho. Además tienen como característica que pierden su valor fácilmente con el paso del tiempo.

Algunas de las principales deudas de consumo se presentan en los casos en que financia la compra de tecnología, la cual pierde utilidad en el tiempo de manera fácil.

“En el caso de la tecnología, aunque el equipo queda obsoleto, el compromiso se continúa pagando. Otro caso muy normal es comprar ropa o accesorios innecesarios, o invertir en propiedades que generan gastos exagerados que no se alcanzan a cubrir”.

La recomendación es que en tiempos de crisis se asuman las deudas de inversión, aquellas que en el futuro se revertirán en ingresos que no solo permitirán cubrir el costo de la deuda, sino que dejarán algún tipo de utilidad o rendimiento.

“El negocio del que presta dinero es prestar dinero, ofrecer asumir deudas de forma asequible, pero quien al final tiene que pagarlas a toda costa es la persona, por lo tanto pensar en los beneficios al asumir una deuda permitirá ahorrarnos muchas noches de insomnio”, concluyó Hernández.

Pagos en cascada

James Hernández,  presidente de Trust Corporate, manifestó que cuando los ahorros lo permitan es recomendable para las personas comenzar a cancelar primero las deudas que estaban suspendidas.

“Para cancelar estas deudas, la fórmula más sencilla es llevar a cabo la metodología de cascada, en la que se hace un listado de las deudas de menor cuantía a mayor cuantía, para comenzar a cancelar las más pequeñas con el ahorro que hemos logrado a partir de la disminución de los gastos”, explicó Hernández.

Para el experto, la eliminación de las deudas pequeñas, sumado al ahorro que se logra obtener, permite comenzar a renegociar el pago de las deudas grandes mediante abonos.

Finalmente, destacó que la compra de tecnología financiada es algo que se debe evitar.