Llevar el cacao de Norte de Santander a ser reconocido y apetecido mundialmente más allá de la pepa, es el sueño que está por cumplir un grupo de productores de la región, que hace más de tres años incursionó en el negocio de cultivar y procesar el fruto.

El próximo 26 de octubre, Erica Sánchez y su equipo de Somos Cacao planean visitar la tienda de chocolates Primos Gourmet, en Barcelona, una empresa venezolana que le abrió las puertas a exhibir sus productos en barra.

Adicional a esto, del 30 de octubre al 4 de noviembre harán presencia en el Salón del chocolate en París, el evento de cacao y chocolate  más importante del mundo, donde participarán más de 60 países representados por 500 expositores y catalogado el manjar de los dioses.

“Aunque vamos a hacer presencia como asistentes, ya tenemos programadas citas con los catadores internacionales, quienes serán los encargados de corregirnos en los procesos y abrirnos las puertas en el exterior”, dijo.

Los países a los que le apunta llegar son Hamburgo, Australia, Barcelona y Francia.

Adicional a los bombones de chocolate, las barras de chocolate y el chocolate de taza, Sánchez explicó que también quiere fabricar productos de belleza, como jabones.

“Con esos granos que se desechan, porque son muy pequeños para triturarlos o por otras razones, decidimos que le podemos encontrar otro mercado en la elaboración de productos de belleza”, dijo.

Así empezó todo

Pensando en la necesidad que tenía el departamento de una fábrica de chocolate propia y el potencial de los cultivos, Erica Sánchez emprendió su sueño sin saber, en ese entonces, nada sobre el manejo del campo.

“Un día, por pura casualidad, le pedí a mi maestro de obra que me llevara a la finca El Porvenir, en Chinácota, unidad de producción cacaotera de su familia. Quise ir para salir un poco de mi rutina diaria, pero encontré una tierra de infinitas posibilidades y a los días le pedí al maestro que se hiciera mi socio, esa era una forma de ayudarlo frente a la posible venta de la finca”, dijo.

Erica Sánchez Ríos, gerente de Somos Cacao.

Teniendo en cuenta las últimas noticias sobre la escasez de chocolate a nivel mundial y las posibilidades desperdiciadas por el departamento, Sánchez decidió que era una buena oportunidad apostarle a la elaboración de chocolate.

“Vimos que en Norte de Santander solo consumimos chocolate de las grandes multinacionales y empresas como Luker o chocolate Sol, o peor aún, muchas de esas empresas tenían que importar el cacao de otros países, mientras que nosotros estábamos desperdiciando  y enviando todo lo que se produce”.

Es así como surgió la historia de Somos Caco, un proyecto que no se quedó solo en la finca, sino que le ha dado continuidad a la chocolatería artesanal para llevarla a nivel nacional e internacional.

Según Sánchez, aunque la empresa por el momento no está teniendo grandes volúmenes de venta, lo importante es dar a conocer los productos empezando por la región para llegar al exterior.

En la finca El Porvenir tienen cultivadas tres hectáreas de cacao, que han venido renovando y tecnificando para hacer más competitivas y productivas las cosechas.

Cada 15 días reciben una cosecha de 5 o 6 kilos, pero anualmente se dan dos grandes cosechas, de las cuales se obtienen 2.500 kilos.

El cacao que producen es catalogado de fino aroma y sus variedades son criollo o porcelana, trinitario y forastero.

Buscar aliados

Para Sánchez, la idea no es llegar a producir por cantidad, sino mantener la calidad de los frutos que se dan en su finca y de ser posible expandir su negocio a las fincas de su alrededor, un trabajo que ha venido haciendo con mucha paciencia. 

Sánchez es consciente de que una vez empiecen a tener presencia en otros lugares, la demanda de cacao va a aumentar y la producción de su finca ya no alcanzará para abastecerla.

“En la finca tenemos otros vecinos cacaocultores, en principio estuvieron temerosos, desconfiados y un poco difíciles porque de alguna manera llegamos a invadir su cotidianidad. Han construido sus vidas y administrado los cultivos a su manera”, dijo.

A pesar de sus grandes intentos y buenas intenciones, (rechazos en algunas ocasiones), considera que poco a poco se irán interesando por estas técnicas y podrán compartir los aprendizajes y complementarse con la experiencia de ellos.

“El tiempo será nuestro mejor aliado y cuando vean resultados tangibles en nuestra finca, se interesarán en nosotros”.

A tomar conciencia

La fábrica de chocolate le apuesta, también, a los productos de belleza.

Además de fabricar chocolate, Somos Cacao busca concienciar a las personas para que entiendan la importancia del cacao que se produce en la región.

Por eso, desde hace más de un año ofrecen al público talleres artesanales de chocolatería y de sensibilización de cacao.

“Los talleres están abiertos a todas las personas, niños o estudiantes que quieran conocer el arte de la chocolatería, hay que sembrar el interés en ellos”, dijo. 

Con este proyecto buscan también preservar la parte social de la organización.

Líder en la región

Miller Otero, gerente regional de la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao), dijo que Somos Cacao es la única empresa legalmente constituida que fabrica chocolates en el departamento.

“Existen tres chocolaterías artesanales, pero no tiene fábricas como tal, son negocios más familiares en Gramalote, Cúcuta y Chinácota”, dijo.

Adicional a esto, explicó que será la primera vez en la que se lleva chocolate de la región al Salón de Chocolate en París, pues siempre se ha llevado a otras ferias el cacao sin procesar.

Otero explicó que en el departamento y en todo Colombia el cacao es considerado de mucho aroma y sabor, pero el toque especial se lo dan los cuidados de los productores en la pos cosecha.

“Muchos productores no se interesan en la poscosecha y le dan mal manejo haciendo que se dañe el sabor”.

Según Otero un 70% de los cacaocultores de Norte de Santander hace un buen trabajo en este tema.

La producción de cacao el año pasado en el departamento llegó a las 1.786 toneladas.