Con más de 30 años de historia, la Zona Franca de Cúcuta tiene por delante un futuro que ahora depende directamente de sus dirigentes. 

Este año, la Gobernación de Norte de Santander, en cabeza de William Villamizar, y la Cámara de Comercio de Cúcuta, presidida por Carlos Luna Romero, tendrán que liderar un proceso que lleve por fin a convertir este parque industrial en el motor el desarrollo de la industria y el comercio regional, como siempre se ha querido.

Los roles

El que se espera sea el libro del desarrollo de la zona franca de la capital nortesantandereana, empezó a escribirse la semana pasada, cuando el Ministerio de Comercio, Industria y Comercio notificó a la Gobernación que le cedería los predios de la propiedad. Palabras más, palabras menos, esto significa es que el ente territorial es el nuevo dueño de la zona franca y todo lo que allí suceda va a depender de las decisiones que Villamizar y su equipo tomen.

Al respecto, el gobernador ha señalado la importancia de desarrollar una mesa de trabajo con alcaldías del área metropolitana y gremios productivos para construir una estrategia que marque el camino para el fortalecimiento y el crecimiento de esta zona de comercio especial.

En este proyecto, el papel de la Cámara de Comercio de Cúcuta es fundamental, sobre todo, porque desde el año pasado, teniendo en cuenta que el Gobierno del presidente Santos no sabía qué hacer con la zona franca, la entidad cameral presentó un proyecto para administrar el lugar.

La solicitud fue aceptada y desde agosto de 2015 la Cámara de Comercio de Cúcuta es la administradora, con un contrato al que aún le faltan dos años por cumplir. Luna indicó que está tranquilo y no tiene ninguna duda sobre el trabajo conjunto que pueden desarrollar con la Gobernación y todos los sectores productivos del departamento.

La agenda

El futuro del parque industrial de la ciudad depende de tres tareas específicas, según señaló Luna.

La primera de ellas es crear una empresa (público-privada) o la selección de entidad pública o privada, para que se encargue de desarrollar y comercializar el régimen franco. Esta decisión debe estar basada en un plan de acción, con compromisos de inversión en infraestructura y promoción de todo el complejo, para que este sea sostenible en el tiempo.

“En este proceso de selección tienen que participar el dueño de los terrenos (la Gobernación de Norte de Santander), el Ministerio de Comercio –al que no debemos sacar de este proceso–, nosotros como Cámara y todos los gremios y sectores productivos”, declaró el presidente ejecutivo de la Cámara. 

El segundo punto específico es conseguir la ampliación del régimen franco que termina en 2024. El objetivo es lograr sostener la reglamentación del régimen franco por lo menos para 30 años más, para hacer más atractiva la zona industrial y dar mayor estabilidad a los inversionistas.

Por último, liderados por la Gobernación de Norte de Santander, se tendrían que conseguir los $41.000 millones que se requieren para ejecutar el plan de desarrollo presentado por la firma Ronderos y Cárdenas, en un proyecto que fue contratado por la Cámara de Comercio de Cúcuta y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.

El balance de ocho meses

En agosto de 2015, la Cámara asumió oficialmente la administración e la zona franca de Cúcuta. En este tiempo, los trabajos desarrollados se han enfocado en varios aspectos: rentabilidad, mejoramiento de condiciones estructurales y promoción.

En el tema de rentabilidad, las cuentas muestran un mayor equilibrio en materia de gastos e ingresos, estos últimos ahora mayores a los gastos durante los primeros cuatro meses de 2016.

Este proceso también está ligado al trabajo de promoción a nivel nacional, que ha permitido la llegada de cuatro nuevos usuarios comerciales e industriales, que fortalecen la creación de empleo y la producción industrial de el departamento.

Como parte del reajuste a la realidad de la región, el costo de los contratos de arrendamientos por metro cuadrado fue reajustado y hoy es uno de los más económicos de las zonas francas del país. 
“Uno de los elementos por los que a zona franca de Cúcuta no funcionaba es porque tenía un metro cuadrado muy caro. En este momento podemos decir que hemos comparado y es el más económico del país: el metro cuadrado en bodega quedó a $9.500 + IVA, $3.500 + IVA en patios y $6.500 + IVA en oficinas”.

En temas de servicios públicos, uno de los logros más importantes fue la recuperación del ciento por ciento de las 19 unidades sanitarias y la prestación del servicio de agua los siete días de la semana, gracias al trabajo de profundización y mantenimiento del pozo de agua. 

Otro punto importante fue la adecuación de las bodegas, la recuperación de las zonas verdes, el restablecimiento del ciento por ciento del alumbrado público y la compra de tres transformadores nuevos y tres transformadores calibrados, que han permitido hacer un cobro real del gasto a los usuarios.

Principales beneficios de estar en la zona franca 

-Un usuario del régimen franco no paga impuesto del Cree que normalmente es del 9%.

-El impuesto de renta fijado en un 24% baja a un 15%.

-El IVA del 16% es exento si el usuario operador compra la materia prima o los insumos en el mercado nacional. Además, si hacen importaciones no se cobran impuestos de ninguna clase, por ser la zona franca un régimen extraterritorial.

-Todo lo que un usuario ingrese, como equipos para su funcionamiento y construcción, están libres de IVA y si los equipos son importados no pagan aranceles mientras estén en la zona franca operando.

La Opinión