Cuando el presidente Juan Manuel Santos Calderón entregue las llaves de la Casa de Nariño a su sucesor, el próximo 7 de agosto, podrá decir que uno de sus mayores logros durante los ocho años como primer mandatario de los colombianos, fue la implementación de una política de vivienda eficaz y eficiente.

Así lo entiende la presidenta ejecutiva de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Sandra Forero, que lidera la misión de hablar con los candidatos al cargo, para pedirles, básicamente, que por favor den continuidad a las políticas relacionadas con el sector.

No importa si el nombre de los programas será el mismo o no, para la vocera de los constructores, lo fundamental es que el próximo presidente de los colombianos mantenga su compromiso con la construcción de viviendas, entendiendo que un peso invertido en el sector se multiplica por 11 en la economía, por lo que es fundamental para el Producto Interno Bruto (PIB) nacional y desarrollo social del país.

Pensando en el sostenimiento de los programas como Mi Casa Ya y el subsidio a la tasa de interés, Forero le solicitó al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas que, antes de entregar el escritorio este año, dejará los recursos que se necesitan para sostener la dinámica por lo menos hasta 2020 y así evitar un declive en la construcción, mientras pasa el periodo de transición con el próximo Gobierno.

Actualmente, los programas de vivienda social ya cuentan con los dineros para 2018, se están tramitando los de 2019, pero la meta es tener listos los de 2020. De acuerdo con las cuentas de Camacol, se necesitan 1,5 billones de pesos anuales para garantizar 30.000 cupos con cobertura completa de Mi Casa Ya- incluyendo aporte a la cuota inicial y subsidio a la tasa de interés-, más 30.000 cupos de subsidio a la tasa para viviendas entre 105 millones de pesos y 340 millones de pesos.

La respuesta de Cárdenas, según contó Forero, es que lo iba a intentar, pero la situación económica no era fácil y no se podía dejar comprometido los recursos del próximo mandato. La presidenta de Camacol no pierde la esperanza de que esto suceda y para ello recuerda que de no lograrse se puede presentar un retraso en lanzamientos debido a la incertidumbre que esto puede generar.

Sin embargo, es optimista, sobre todo ahora, cuando la dinámica económica del país empieza a mostrar una mejora y específicamente el sector de la construcción en el segmento de vivienda, espera tener un año con indicadores favorables. La meta en 2018, teniendo a la Vivienda de Interés Social (Vis) como el principal aliado y con gran expectativa en el segmento de viviendas para estrato medio, el gremio espera comercializar 179.000 nueves unidades habitacionales, superando las 173.000 de 2017.

Con estas cifras y expectativas, Forero busca el compromiso de los candidatos presidenciales y para eso Camacol hizo una propuesta basada en cuatro pilares.

1. Acceso a la vivienda

Uno de los ajustes que plantea Camacol a la política existente es que el corte de los programas no sea anual. Cada año, cuando se está a la expectativa de la asignación de recursos, “se debilita el mercado, se genera incertidumbre, el constructor deja de lanzar, el comprador deja de comprar y los bancos se vuelven temerosos”, dijo la vocera.

La idea del gremio es que el programa de vivienda sea una política de Estado y no dependa de los planes de desarrollo nacionales.

Camacol, además de pedir mayor incentivo al ahorro, también propone integrar la modalidad de arriendo a la política de vivienda. Para esto existen varias alternativas, entre ellas la que se usa actualmente de arriendo con opción de compra (leasing habitacional) o construir para arrendar, una modalidad que se utiliza en países como Estados Unidos e Inglaterra.

2. Promoción de Proyectos y estabilidad jurídica

La clave para lograr esto radica en tener Planes de Ordenamiento Territorial (POT), que hoy se caracterizan por su ineficiencia. Con una reglamentación clara, dijo Forero, se evitaría que constructores que hacen el proceso como lo indica la ley y obtienen sus licencias, luego las pierdan porque aparecen temas como humedales que nadie vio o se inventaron.

Por esto, también es importante que las entidades como las corporaciones ambientales tengan la información real de la estructura ecológica del territorio y así los inversionistas trabajen con información real desde el comienzo. Lo mismo aplica para el resto de instituciones y así se evitarían situaciones como la de Cartagena, con el proyecto que está ubicado cerca al centro histórico, recalcó la vocera.

3. Ciudades de calidad

“Creemos que este gobierno hizo una tarea en vivienda eficiente y eficaz. La vivienda dejó de ser un tema de cinco ciudades, pero debemos ser más contundentes en el tema ciudad”, aseguró Forero.

Al respecto, Camacol propone crear un Viceministerio de la Ciudad que se encargue de este renglón, así como una plataforma virtual donde la sociedad pueda hacer seguimiento a programas, entre ellos los planes parciales, que a veces duran más de ocho años en ejecutarse sin explicación alguna.

Una preocupación extra del gremio es el exceso en trámites y los costos de los mismos. Según las cuentas de los constructores, esto le cuesta al sector 2,4 billones de pesos al año. “La demora y los costos financieros son enormes y necesitamos ser más eficientes, racionalizar, mirar si todos realmente se necesitan y ponerles tiempos”, explicó.

4. Productividad

La construcción sostenible, la digitalización de contenidos y la formación de mano de obra de mayor calidad, hacen parte de este pilar. Entre los temas a resaltar está la necesidad de fortalecer el Sena y trabajar de forma conjunta para mejorar la preparación del personal para el sector, incluyendo a los prestadores de servicio para el mismo: ebanistas y electricistas, entre otros.

Así mismo, Forero recalcó la necesidad de avanzar en los procesos de digitalizar la información en los sectores privado y público. Con esto se lograría una vigilancia más efectiva en los proyectos y esta sería la herramienta de hacer el control que exige el la Ley de Viviendas Seguras.