El flagelo de enfermedades como la broca, la roya y la niña ha hecho que las variedades tradicionales estén desapareciendo en la caficultura colombiana.

En 2008, el país tenía sembradas 126.173 hectáreas de café tradicional y a octubre de este año se registraron solo 12.220 hectáreas.

A pesar de que la gran mayoría de productores tienen en promedio 50 y 60 años, la renovación de cafetales se consolidó como el pilar fundamental de las estrategias del gremio, para evitar pérdidas en productividad.

Hoy el 86 % del área sembrada en Colombia corresponde al tecnificado joven, con una edad promedio de 6,5 años.

El patrón de cosechas cambió y con esto, los árboles nuevos que se sembraron se hicieron más resistentes y más productivos.

En términos de desarrollo rural, la Federación Nacional de Cafeteros considera que hoy tienen una mayor certidumbre.

En el marco del Congreso Nacional Cafetero, Hernando Duque Orrego, gerente técnico de la Federación, explicó que hoy las variedades resistentes también le están ahorrando agua al campo.

Actualmente un cultivo de café convencional consume alrededor de 40 litros por kilo de café pergamino seco, mientras que el ecológico tiene un consumo de 15 litros por kilo.

Esto significa un ahorro de 28 millones de metros cúbicos de agua, que en términos de costos son 6,3 millones de dólares menos por año.

“Es importante pensar en estos ahorros porque en Colombia, el productor vive dentro del cafetal, a diferencia de otros países”, dijo.

Desde el uso de fertilizantes, explicó que Cenicafé, con base en los análisis de suelos de los departamentos cafeteros (cerca de 300 mil) diseñó dos nuevos grados de fertilizantes para el cultivo.

En este sentido, los ahorros en costos para cada productor podrían ser de $900.000 y $1,2 millones 

“Si adoptan la tecnología Colombia se ahorraría700 mil millones en fertilizantes”, dijo.

Duque explicó que estas variedades han incremento la productividad significativamente, ya que Colombia tiene hoy 20,2 sacos por hectáreas, un aumento de 10,6 sacos comparada con 2009.

“El salto en productividad están generando un mayor ingreso bruto, esto es cambio económico para los productores, estamos andando por un camino lleno de certidumbre”, agregó.

Caficultura sana

Además de tener la máxima densidad de siembra, Duque considera que la caficultura está pasando por sus momentos más sanos.

Sin embargo, en ciertas partes de la zona central del país, está latente la amenaza de las enfermedades.

“Cenicafé está preocupado por la roya, es un enemigo muy grande y no podemos estar dormidos”, agregó.

Por eso señaló que si hoy llegaran de nuevo las plagas al café, el Servicio de Extensión, está preparado para combatirlas.

“Tenemos sistemas de solución distintos, resilientes y resistentes”, agregó.

El experto señaló que la caficultura en Colombia es muy familiar, y no puede compararse con la que se desarrolla en Brasil en términos de producción.

Roberto Vélez Vallejo, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, recordó una vez más que Colombia tiene todo para ganar en calidad del grano y sus características organolépticas.

*Invitada por Fedecafé