Pequeños productores de palma de aceite de Tibú, que inicialmente no serán beneficiarios directos con la planta extractora recién inaugurada, consideran que este es el arranque de la agroindustria en esta zona del país.

Para uno de los palmicultores, que pidió mantener su nombre en reserva, “esta vez sí parece que vamos por un buen norte porque quienes dieron este empuje, es gente que está metida de lleno en la producción de la palma de aceite”.

La fuente aseguró que tiene 10 hectáreas de palma de aceite hacía el oriente del municipio. La fruta que produce la vende al grupo Oleoflores por el compromiso existente entre la entidad sobre una alianza estratégica firmada a 25 años por el hecho de haberles servido de fiador ante el Banco Agrario, en una deuda que pagan con lo que les descuentan del fruto que venden.

Ahora, están a la espera de que Palnorte, empresa que administra la planta extractora, concrete unas propuestas para empezar a venderle a ellos la fruta.

Dichas propuestas se relacionan con el pago de un punto más del precio que regula Fedepalma y el pago de dos veces al mes de la fruta que comercialicen.

Entre tanto, otros productores aseguran que la puesta en marcha de la planta obliga al Oleoflores a construir una nueva, anunciada desde hace 5 años, con la cual sería más favorable la generación de empleo y se tendrían otros modos de comercialización para este renglón de la economía del Catatumbo.