El británico Simon Yates, que corre para la formación australiana Mitchelton, se impuso en solitario ayer en la llegada en alto de la 7ª y penúltima etapa de la París-Niza, en La Colmiane (Alpes-Marítimos), y se enfundó el maillot de líder que vestía el español Luis León.

Simon Yates, 7º en la general del pasado Tour de Francia, se adjudicó la etapa reina de la prueba en medio de condiciones climáticas adversas, que contrastan con el nombre oficioso de la ‘Carrera del Sol’.

Yates superó en 8 segundos al belga Dylan Teuns y al español Ion Izagirre, el último en mantener contacto hasta que restaba kilómetro y medio para meta.

El español Luis León Sánchez cedió a seis kilómetros para la cima del puerto. Otro de los favoritos, el francés Julian Alaphilippe, perdió más de dos minutos.

Por su parte, el colombiano Sergio Luis Henao (Sky), ganador el año pasado, perdió 46 segundos sobre Yates aunque es octavo en la general.

“Estuve muy bien protegido por mis compañeros de equipo. El día fue difícil desde el principio. Pero pude guardar fuerzas gracias al trabajo de mis compañeros”, afirmó el ganador de la etapa. 

“Los hermanos Izagirre son muy buenos corredores. Espero que la carrera sea agresiva, pero tengo confianza”, añadió. En la general, Yates, de 26 años, precede a los dos hermanos Izagirre, Ion (2º a 11 segundos) y Gorka (3º a 12 segundos).

Hoy será la última etapa, tendrá salida y llegada en el Paseo de los Ingleses de Niza, con 110 kilómetros de recorrido. Una etapa en la que no tomarán la salida ni el francés Arnaud Demare, que abandonó ayer para no arriesgar de cara a la Milán-San Remo, ni el irlandés Dan Martin, que hizo lo propio por enfermedad.