El luxemburgués Bob Jungels (Quick-Step) ganó la 15ª etapa del Giro de Italia, este domingo en Bérgamo, por delante del colombiano Nairo Quintana, que sufrió una caída pero finalizó segundo, y del francés Thibaut Pinot, tercero.

El holandés Tom Dumoulin (Sunweb) mantuvo el maillot rosa de líder, en la víspera de la tercera y última jornada de descanso.

En la lucha por la general, Quintana, segundo, logró seis segundos de bonificación, al finalizar tras Jungels, reduciendo levemente su desventaja con Dumoulin, que ahora cuenta con 2 minutos y 41 segundos. 

En una jornada eléctrica (46,4 km/h), Dumoulin se comportó como el auténtico jefe del pelotón. El holandés protagonizó un gesto de nobleza cuando Quintana se cayó en un descenso a 37 kilómetros de la meta. Pidió a sus compañeros que ralentizaran el ritmo para esperar al colombiano.

"La jornada fue muy buena. Si había una etapa que pensaba que podía ser tranquila, era esta, pero me equivoqué", señaló Dumoulin.

Tras su caída Quintana pudo continuar inmediatamente con la bicicleta de un compañero. "Hemos superado bien un momento difícil, en un día complicado con esas bajadas, la última subida tan estrecha y con tanta afición", dijo.

Definición 'inteligente'

"Inicialmente cuando arranqué tras la caída iba con la bici de un compañero, y por ello tras el descenso decidimos volver a parar para recuperar la mía y los chicos me volvieron a llevar al pelotón sin complicaciones", añadió.

También se fue al suelo el estonio Tanel Kangert, séptimo de la general y líder del equipo Astana, a una decena de kilómetros de la meta. Sufrió una fractura en el codo izquierdo y perdió mucho tiempo.

En la parte final el italiano Vincenzo Nibali aceleró en la subida hacia Bérgamo. Pero en el esprint, en falso llano descendiente, Jungels fue el más rápido, seguido de Quintana, muy atento en meta.

"En el final intenté una definición un poco 'inteligente', buscando sorprender, aunque era difícil ganar frente a un rival como Jungels", añadió Quintana.

El luxemburgués de 24 años, actual maillot blanco al mejor joven, logró su primera victoria de etapa en el Giro. El año pasado fue sexto en la general y en esta edición fue líder durante varias etapas.

"Parecía una carrera de juveniles, con todo el mundo metiendo mucho ritmo desde la salida", dijo Jungels. "Ahora la última semana será terrible", añadió el luxemburgués.

Descanso y Stelvio

La etapa de este domingo se completó a un ritmo muy elevado, bajo un sol veraniego. Los intentos de escapadas no dieron resultado y los últimos atacantes (Rolland, Molard, Sánchez, Janse van Rensburg y Deignan) fueron alcanzados a la entrada de Bérgamo.

Entonces los candidatos al podio enfilaron a toda velocidad el centro de la ciudad, en un final comparable al de la Vuelta a Lombardía, aunque la línea de meta estaba situada en un lugar diferente. 

Jungels firmó el quinto triunfo de etapa para el Quick-Step, la formación del rey de la velocidad, el colombiano Fernando Gaviria, cuatro triunfos parciales en su debut en esta carrera.

Tras la tercera jornada de descanso el lunes, la etapa reina se disputa el martes, en el Stelvio (2.758 metros), cuya ruta fue reabierta este domingo.

La 16ª etapa, de 222 kilómetros, incluye su ascensión integral, por la vertiente de Bormio (21,7 km). El descenso se hará por la vertiente norte hasta Glorenza, con una corta incursión en Suiza, y una parte de la ascensión por una tercera vertiente (Umbrailpass, 2502 m de altitud) antes del descenso hasta Bormio.

Las previsiones meteorológicas son buenas en el Stelvio para los próximos días, con una temperatura máxima de 6 grados por la tarde y un viento para el martes entre los 12 y los 23 km/h.